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 Nació en Carlos Tejedor el 5 de marzo de 1930, sus padres Don Agustín Pedemonte y Doña María Bugianessi. Tuvo dos hermanos: Antonio el mayor y Angelita la menor. Su infancia transcurrió en el campo, donde ayudaba con todas las tareas, entre ellas: cuidar animales, ordeñar, hacer queso y manteca junto a su madre.
En su adolescencia perdió a sus padres, quedando junto con sus hermanos al cuidado de sus tíos Eugenio y Lucia Molinari con cuatro primos. Allí continuó colaborando con todas las tareas del hogar.
Estudió peluquería, viajando en tren a Gral. Pico… una odisea para la época.
Por medio de sus primos conoció a Tino, joven trabajador pero con fama de mal carácter, ella conquisto su corazón y se casaron el 31 de marzo de 1960. Tuvieron dos hijos: Luis y Silvia. Incondicional compañera, lo alentó en todo, juntos vivieron 29 años.
Siempre dispuesta a tender una mano, a dar un plato de comida, o a lavar la ropa de un internado en la vieja clínica Groppo.
Durante un tiempo atendió el comercio “El Rodeo”, luego al cerrarse ya se dedicó a colaborar con la crianza de sus nietos, a los que cuidó con amor y sigue mimando todo el tiempo.
En el año 2002 tuvo un problema de salud, fueron unos meses muy tristes, pero gracias a “su Salvador” como lo llama, volvió a vivir.
A nivel institucional, ha colaborado con los colegios a los que concurrieron sus hijos y sus nietos. Nunca faltaron los pochoclos en la sala del jardín para que compartieran sus nietos con los otros compañeros. El lema que sostiene es “el trabajo es de todos”.
En la actualidad, recibió una mención del Rotary Club por ser una excelente vendedora de rifas. Hoy se la puede ver siempre atenta con el mate y alguna masa con los municipales que recolectan la basura y con sus queridos vecinos: los bomberos.
Participó en la Cámara de Comercio, en el Taller Protegido y se ha demostrado siempre dispuesta con los scouts a juntar botellas o tapitas para el jardín de infantes, observar alguna vereda rota o peligro en la calle para avisar al encargado municipal evitando un futuro accidente.
Hace unos meses festejos sus ochenta años rodeada de sus íntimos. Con una gran vitalidad siempre dice que piensa vivir hasta los cien.
Sus cualidades son muchas:
Dedicación
Entusiasmo
aLegría
ComprensIón
Amistad
Dedicación en todo lo que te tocó ser: madre de sus hermanos, esposa, madre de sus hijos y sobrinas.
Entusiasmo que puso en cada jornada al levantarse y acompañar siempre a su familia
Alegría que demuestra con sus ochenta años y que transmite con cada matecito amargo que ceba.
Comprensión en situaciones a veces no deseadas, ni comprendidas por ella misma.
Amistad con cada cliente, empleado, familiar directo o político, bombero, enfermera, policía, intendente al que quiere como un hijo, ex vecinos de Colonia Seré y cuántos quedarán sin nombrar por razones de espacio.
Querida Delia: Gracias por ser así! Es nuestro deseo que cada uno de los que te queremos tengamos un poquito de todas tus vivencias y enseñanzas y así haremos de nuestros hijos y nietos, hombres y mujeres de bien GRACIAS, tu familia!
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