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El año negro del deporte español Imprimir
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Domingo, 21 de Septiembre de 2014 16:06
Por Rodrigo Duben
 
El baloncesto y el fútbol fueron la decepción en sus Mundiales, descendió el equipo de Copa Davis y siguen sin brillar Rafael Nadal y Fernando Alonso
 
Los Juegos Olímpicos de Barcelona '92 fueron el punto de partida de la época dorada del deporte español. La organización de un evento deportivo de esa magnitud supuso un cambio radical. La inversión, las mejoras en las instalaciones deportivas con centros de alto rendimiento y un plan diseñado a la perfección, provocaron el salto cualitativo.
 
En 1988 se elaboró el Plan ADO, una iniciativa para apoyar deportivamente y económicamente a los deportistas de elite de cara a la cita olímpica. Por primera vez en la historia del deporte español, patrocinadores privados asumieron parte de la financiación de planes específicos de preparación para unos Juegos.
 
La nueve generación de atletas sacó provechó absoluto de las instalaciones lujosas, que gestaron una camada de deportistas exitosos. Pero el 2014 terminó de apagar la llama de los españoles. Acostumbrados a las victorias de los últimos años, las derrotas duelen más. Las expectativas estaban altas, por lo que cada caída hace sentir las derrotas como catástrofes y fracasos.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
La Copa del Mundo de fútbol fue el primer golpe de realidad para España. El equipo de Vicente Del Bosque defendía la corona conseguida en Sudáfrica, llegaba confiado y con intenciones de repetir el título, pero las cosas no fueron como querían.
 
La goleada humillante ante Holanda en debut fue determinante. Luego cayó con Chile, lo que decretó la eliminación en la fase de grupos. Glorias como Xavi Hernández, David Villa y Xabi Alonso anunciaron un retiro con sabor amargo. Seis años de alegrías, a los que también se le sumaron dos títulos de Eurocopa, terminaron en menos de una semana en Brasil.
 
En septiembre, llegó la organización del Mundial de baloncesto. Era el escenario perfecto para que España borre su decepción futbolística con el grupo de jugadores que logró el campeonato del mundo en 2006, dos Europeos, y platas olímpicas. Pero Gasol, Navarro, Reyes, Calderón y compañía, no tuvieron el mejor final.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
La eliminación de España del Mundial fue estrepitosa y por la puerta de atrás de los cuartos de final. Justo en el mismo mes en que el tenis descendió de categoría en la Copa Davis. Sin sus mejores jugadores, por lesiones, calendarios o por elección, el potencial quedó tan reducido que terminó en descenso.
 
A la derrota en primera ronda con Alemania, se le sumó otra en la permanencia con Brasil. Renunció Carlos Moyá, el capitán. España le dijo adiós esos años en los que ganó cinco veces la 'Ensaladera' y llegó a dos finalistas.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Y si de tenis se habla, no se puede esquivar la actualidad de Rafael Nadal. Puede ser considerado el mejor deportista individual español de todos los tiempos, por sus 14 títulos de Grand Slam, su oro en Pekín y sus nueve trofeos de Roland Garros. Pero, actualmente, está sumergido en las lesiones y no tiene rodaje en el circuito.
 
La otra individualidad que se apagó fue la del piloto Fernando Alonso, que tras sus títulos mundiales de Fórmula 1 en 2005 y 2006, su Ferrari permanece en las sombras de otros pilotos. Vettel con Red Bull, y Hamilton y Roseberg con Mercedes, son sus más recientes verdugos.
 
Los deportes por excelencia en España sufrieron duros reveses internacionales en este 2014. Hoy deben conformarse con las victorias en natación, ciclismo (Alberto Contador acaba de ganar la Vuelta de España), badminton o atletismo, mientras espera se termine el año negro y comience otra época dorada.
 
El año negro del deporte español