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La lucha por la sucesión y la gobernabilidad del próximo gobierno Imprimir
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Miércoles, 17 de Diciembre de 2014 10:03
Por Rosendo Fraga
 
Las diferencias internas dentro del oficialismo emergieron a raíz de las relaciones regionales. La Presidente realizó su primer viaje al exterior tras su última enfermedad para participar en la Cumbre de Unasur -que se realizó en Ecuador-, donde se inauguró la sede permanente de esta organización que llevará el nombre de Néstor Kirchner, su primer secretario general. Pero antes relevó al Jefe de la Unidad Presidencial (Follonier), la oficina que tiene a cargo las relaciones con los países de América Latina desde la Presidencia de Néstor Kirchner. 
 
Lo hizo porque el funcionario gestionó en la última semana de noviembre los encuentros de Scioli con la Presidenta chilena y el Presidente electo de Uruguay. Todo ello ocurrió en el plazo de cuatro días y sin informarla. El funcionario saliente anunció que pasaba a trabajar para el gobernador bonaerense. Este conflicto ejemplifica bien la estrategia de Cristina: demorar lo más posible la definición de su sucesión. Lo explicitó uno de sus voceros más caracterizados (Kunkel), al decir que será ella quien elegirá el sucesor y que ello sucederá recién en junio, cuando vence el plazo para presentar las alianzas y las listas para las PASO. Scioli reaccionó buscando alinearse rápidamente con la Presidenta, diciendo que ella dejará el país creciendo y en orden y que él, si llega a la Casa Rosada, siempre la consultará. Pero el titular de la AFIP (Echegaray), cuyo mandato termina recién en 2017, públicamente dijo que Massa tiene "un gran potencial" y elogió también la gestión de Scioli, en un desafío al Kirchnerismo.
 
Tras estos episodios, Cristina busca reforzar su rol de liderazgo con tres encuentros en los próximos días. Uno es regional: la Cumbre semestral de Presidentes del Mercosur ampliado que se realiza el 16 y 17 de diciembre en Entre Ríos. Como hizo en Unasur, tratará de reforzar el apoyo de los países de la región en el conflicto con los "fondos buitres". Para entonces, ya podría tener resolución el pedido de los holdouts ante la segunda instancia de New York para embargar reservas del Banco Central de Argentina y la decisión del juez de Nevada para dar a conocer la información que ha reunido a pedido de los "fondos buitres" sobre las empresas y vinculaciones de Cristóbal López y Lázaro Báez con la familia Kirchner. La Presidente aprovechará la oportunidad para alentar las aspiraciones presidenciales del gobernador entrerriano (Uribarri), quien disputa a Scioli la candidatura oficialista. El 13 de diciembre Cristina presidirá en la Plaza de Mayo la conmemoración del día por la democracia y los derechos humanos, que es el 10 del mismo mes. La consigna será nuevamente contra los "buitres financieros" y los "caranchos judiciales" y con el reclamo para que la Presidenta encabece la lista oficialista para las elecciones de legisladores al Parlamento del Mercosur (Parlasur). Antes de ello, se hace presente en un acto en el Gran Buenos Aires para mostrar a Scioli los límites de su poder territorial.
 
Al mismo tiempo, el Kirchnerismo libra batallas en la justicia y avanza rápidamente con sus proyectos en el Congreso. La mayoría simple que tiene el oficialismo en el Consejo de la Magistratura le permitió sancionar con un descuento de salario al Juez Bonadío, que investiga irregularidades en una empresa de la familia Kirchner (Hotesur). Aunque no tiene los dos tercios para iniciarle el juicio político, con dos sanciones más como esta sí podría hacerlo. Mantener influencia en la justicia después de 2015 resulta decisivo para el Kirchnerismo, cuando no sólo la Presidenta ha sido denunciada reiteradas veces, sino que su ministro de Planificación e Infraestructura (De Vido) tiene 90 denuncias, el Jefe de Gabinete (Capitanich) 42, el ministro de Justicia y Derechos Humanos (Alak) 32, la de Acción Social (Alicia Kirchner) 29 y el de Interior y Transporte (Randazzo) 27. En el Congreso el oficialismo avanzó al lograr la semana pasada la sanción definitiva del nuevo Código Procesal Penal, que le permite ampliar a futuro su influencia en la justicia mediante los fiscales; la media sanción de la creación de la Comisión Bicameral de las 4040 cuentas denunciadas en Suiza; el despacho de Comisión para adelantar la vigencia del nuevo Código Civil y Comercial de 2016 a mediados de 2015; también el despacho de Comisión para la elección directa para el Parlasur, que permite a Cristina Kirchner encabezar la lista oficialista en todo el país y tener no sólo fueros sin también inmunidad diplomática a fines de 2015. Pese a las demoras, la sanción de la Ley de Telecomunicaciones sería antes de finalizar el año y esta semana se intentará lograr el acuerdo para que las nuevas autoridades del Banco Central tengan estabilidad hasta 2020.
 
El Papa expuso su preocupación por la estabilidad institucional argentina en lo que resta del mandato, pero la gran cuestión es ya la gobernabilidad del futuro gobierno. Siempre pueden surgir imponderables, pero los mercados parecen asumir ya que, aunque no haya  acuerdo con los "fondos buitres", el gobierno podría evitar un estallido cambiario durante 2015. Pueden irrumpir hechos de violencia social en los próximos días, pero el gobierno ha tomado medidas para evitarlos. Pero el punto es, como dijo Francisco de Narváez, que si la oposición no se une, el futuro puede ser "Scioli al gobierno y Cristina al poder", es decir un escenario donde la relación del próximo Presidente con su base de sustentación política no sea fácil. La necesidad de avanzar hacia esta unidad la hizo pública uno de los precandidatos del FA-Unen (Cobos), al decir que toda la oposición debería presentar una lista única para el Parlasur y así derrotar a la que puede encabezar Cristina. El mismo Cobos anunció que, tras el relanzamiento de su fuerza en la tercera semana de diciembre, se reunirá con Massa para analizar la gobernabilidad en caso de un triunfo electoral de la oposición. Es que la estrategia política del Kirchnerismo, ya sea que gane un candidato oficialista o uno opositor, es "entregar el gobierno pero retener el poder" para "hacer irreversibles las reformas", como dijo Máximo Kirchner el 13 de septiembre en Argentinos Juniors.
 
En conclusión: la intención de la Presidente de impedir la “preconsagración de Scioli” se hizo evidente con la remoción de Follonier y las declaraciones de Kunkel; ella busca reforzar su liderazgo con un acto en el Gran Buenos Aires, otro que presidirá en la Plaza de Mayo y la Cumbre de Presidentes del Mercosur en Entre Ríos; mientras tanto, el oficialismo libra batallas para mantener influencia en la justicia y avanza con sus proyectos rápida y eficazmente en el Congreso y el Papa advirtió sobre los riesgos para la gobernabilidad en el último año del mandato, pero la gran cuestión ya pasa a ser si la tendrá o no el gobierno electo a fines de 2015.
 
 
 
La lucha por la sucesión y la gobernabilidad del próximo gobierno