Archivo Master News

 "Si un fiscal no tiene garantías, ¿qué podemos esperar el resto de los ciudadanos?"
El actor se mostró consternado por la muerte de Nisman y reflexionó sobre el caso que conmueve a la socidad; se refirió a la necesidad de respuestas del Gobierno y la clase política en general.

El actor "embajador" de la Argentina quiere hablar de la situación que vive el país. Reclama respuestas a "toda la clase política". Y se pregunta, una y otra vez, cómo ni el Gobierno, ni nadie, preservó la vida del fiscal de la causa AMIA.

-¿Cómo viviste estas horas desdela confirmación de la noticia de la muerte de Nisman?

-Como todos, estoy consternado en estado de shock. Trato de no dejarme llevar por el impacto petrificante que te deja el miedo, esa sensación de indefensión. Además, uno trata de asimilar la información que llega de un lado y del otro, pero todo aporta una cuota de confusión. Porque cuando uno está en este estado de consternación es necesario parar un poco la pelota. Yo digo: si un fiscal de la Nación que lleva adelante una causa de tamaña envergadura no tiene garantías sobre su vida y aparece muerto la noche anterior a su presentación en el Congreso ¿Qué podemos esperar el resto de los ciudadanos? No se entiende.

-¿Qué dudas te surgen sobre el caso?

-Yo tengo infinidad de preguntas para hacerme como todos. Pero lo que no puedo terminar de entender es la falta de prudencia, la falta de seriedad. A ver, si alguien me va a acusar a mí de algo, tenga o no tenga razón...si dice tener pruebas en mi contra...yo debo ser el primer encargado de su seguridad. Porque si algo le ocurre a esa persona, tal como ocurrió, no hace más que agregar sospechas sobre mí. Y esto no es una acusación, ni nada, estoy esperando que alguien dé una explicación mínimamente válida.

¿Cómo se les pudo escapar? Creo que el Gobierno tiene la responsabilidad de explicar quién cometió la imprudencia de que a Nisman no lo cuiden. ¿Quién cometió la imprudencia? Porque es un hombre que tenía en sus manos una causa que va más allá del Gobierno. Es una causa internacional en un momento de gran efervescencia, mientras ocurren cosas gravísimas en el mundo. Y pone al país en una primera línea de aparición internacional. Esto no es una cuestión partidaria, como ciudadano lo digo, es una apreciación totalmente independiente.

-¿Cómo evaluás la reacción que se generó alrededor del caso?

-Yo no creo que se puedan hacer conjeturas ahora, sería un infantilismo. Porque, fijate, pasaron muchas horas entre que se empezó a decir que en el edificio de Nisman pasaba algo raro, hasta que finalmente se confirma que efectivamente estaba muerto. Pasaron muchas horas, entró mucha gente ahí. Eso tampoco fue serio: no entiendo por qué tardo tanto en llegar al departamento un fiscal, un juez. No lo puedo entender y yo no soy un erudito. Es sentido común.

-¿Te hace acordar a algún otro momento de la Argentina?

-Sí, pero no quiero estar sintiendo esto. Este es un capítulo más de una serie nefasta que no termina. Si lo analizás en el tiempo, lo que fueron los atentados en la embajada y en la AMIA y lo que pasó después, te das cuenta de que es algo que no está cerrado. Y esto es algo que pasa cuando las cosas no cierran, cuando no hay respuestas, cuando hay impunidad.

-¿Cómo ves al Gobierno en su último año de gestión?

- Realmente no lo sé. Lo que sí sé es que toda la clase política...Gobierno y oposición...todos tendrían que estar abrazados detrás de este tema y ofrecernos algo mínimamente parecido a una respuesta que nos tranquilice.

-Se te nota desanimado...

-Yo tengo esperanza. Porque yo tengo la convicción de que somos un país que merece vivir una sensación térmica comunitaria. Tenemos todo para hacerlo. Este gobierno ha hecho cosas muy buenas y cosas muy malas. Ha acertado en cosas y ha cometido errores. Mis críticas no son específicamente al Gobierno, sino a la clase política. Necesito que la clase política que va a conducir nuestro futuro y que dicen estar preocupada, lo demuestre en los hechos.

-¿Tenés definido tu voto para las elecciones de este año?

- No, para nada. No soy de ningún partido político.

-¿Pero te gustaría tener convicciones políticas? ¿Alguien que te dé confianza?

-Estoy esperando que alguien me explique sus ideas sin fanatismos y sin chicanas. Hasta ahora lo que veo son chicanas que tratan de cortarle las piernas al otro, para que no llegue a la línea de largada. Yo soy un muchacho grande ya, tengo hijos grandes, y me gustaría que alguien hable de planes, que ponga las cosas sobre la mesa. Políticas a largo plazo.

-¿Cuáles son tus deseos para 2015? Además del Oscar por Relatos Salvajes,me imagino...

-No, no, el Oscar me tiene sin cuidado. El camino que hizo la película ya es superlativo, llegó mucho más lejos de lo que cualquiera se podría haber imaginado. No es que no me interese, es fabuloso el premio, pero hay cosas más prioritarias.

-¿Cuáles son esas prioridades?

-Todo esto que venimos hablando. Más allá de mis afectos, obviamente. Me importa el país.