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"La mamá de Ángeles me pidió perdón", declaró la mujer de Mangeri. Imprimir
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Miércoles, 04 de Marzo de 2015 15:10
Diana Saettone declaró en el juicio por la muerte de la joven de 16 años. Para el abogado Lanusse, la mujer encubre a su marido: "Su relato es mendaz", evaluó
 
El ambiente estaba tranquilo en la sala del Tribunal Oral Criminal 9 donde esta mañana declaraba Diana Saettone, la esposa de Jorge Mangeri, único detenido por el crimen de Ángeles Rawson. Su testimonio es importante para el tribunal que quiere saber dónde se encontraban ella y el portero el 10 de junio de 2013.
 
La mujer fue la primera en llegar al Tribunal junto a su hermano y sus primos. Estaba ansiosa y hablaba aceleradamente en una especie de necesidad por demostrar seguridad y reafirmar su relato. Antes de sentarse, Mangeri le tiró un beso y durante su testimonio rompió en un llanto desconsolado. Uno de los jueces le advirtió que si una pregunta le resultaba incriminatoria podía omitirla, pero debía jurar decir la verdad ante aquellas que sí contestara.
 
Saettone arrancó su testimonial diciendo que ese día estaba en la casa de sus padres del Talar de Pacheco ya que Mangeri estaba "pintando las aberturas del departamento (de Ravignani al 2300)" y detalló que ella tampoco se sentía bien de salud.
 
De acuerdo a su relato, ese día habló por celular con su esposo, quien "estaba descompuesto y tenía chuchos de frío". Esa misma noche Mangeri la fue a buscar a las 23 a la casa de sus suegros. Al rato, recibieron un llamado de María Elena "Jimena" Aduriz (la mamá de Ángeles). Le hablaban, pero ella no escuchaba. Volvieron en auto al departamento de Ravignani y pensaron que se podía tratar de algún problema con el suministro de luz.
 
Al día siguiente, el martes 11 de junio de 2013, abrió el ascensor y se encontró con la mamá de Ángeles, quien -ante su pregunta- les dio la noticia. "Me puse mal y le dije a Jorge que había desaparecido 'Mumi'. Le di a Jimena el pésame y ella me dijo `estas cosas pasan. Nos tocó a nosotros´ y me ofreció un café".
 
Pablo Lanusse, el abogado del padre de Ángeles, se negó a preguntar porque asevera que la mujer encubre a Mangeri: "Su relato es mendaz", dijo una y otra vez. En tanto, la mujer afirmaba que ese martes "Mangeri ya estaba muy descompuesto y no toleraba ni un té". Seguidamente, relató cómo fue que se enteró que su esposo había sido amenazado. Al respecto, confesó que él le dijo: "Me paró un auto sin patente en Santa Fe, me amenazó, sentí miedo por vos. Yo me muero si te pasa algo".
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Ella se encontraba declarando en la sede de Homicidios cuando Mangeri quedó detenido. Saettone afirmó que cuando regresó de declarar ante la policía se dirigió hacia la casa de su amigo Jorge Meniguelli, encargado del edificio de la calle Marcelo T. de Alvear, donde se encontraba Mangeri y que allí su marido le dijo: "Me subieron a un patrullero y me hicieron todo esto" y le mostró las lesiones en su cuerpo. Además aseguró que le dijo: "Quieren que me haga cargo de la muerte de 'Mumi' ". "Jorge estaba todo golpeado y quemado", aseveró.
 
La noche del viernes 14 de junio de 2014, cuando Saettone llegó a la fiscalía, se encontró nuevamente a la mamá de Ángeles quien le habría dicho: "Mirá lo que le hicieron a Jorge. Quieren que se haga cargo de la muerte de 'Mumi'. Me daba la mano y me pedía perdón", declaró la mujer, quien agregó que le decía que se quedara tranquila, que tanto ella como su marido Jorge Opatowski "habían hablado maravillas (ante la fiscal Asaro) de Jorge (Mangeri)".
 
Saettone denunció en el juicio que esa noche se sintió "presa" en la fiscalía de instrucción 35, a cargo de Paula Asaro, porque no la dejaban hablar por teléfono, la acompañaban para ir al baño y que tenía a una mujer policía a su lado que la cuidaba y le preguntaba sobre su marido. "La mujer policía me decía ¿'vos no viste nada raro?', ¿'no viste un morral que no es tuyo?'", contó a los jueces.
 
Además dijo que alrededor de las cinco de la madrugada del sábado 15 de junio salió la fiscal de su despacho y le dijo que su esposo iba a quedar preso por el crimen y le aconsejó que se fuera a la casa de sus familiares en la zona norte del conurbano para "evitar agresiones por parte de la familia" de la adolescente asesinada.
 
Agregó que la tarde de ese viernes 14 fue llevada a declarar a la sede de Homicidios de la Policía Federal y que allí le hicieron preguntas sobre su marido, entre ellas, cuál era la relación que tenía con Ángeles y cómo sacaba la basura.
 
La esposa de Mangeri dijo que respeta a los padres de Ángeles y que quiere saber la verdad. "Cuando nos enteramos, se nos vino el mundo...", llegó a expresar sin concluir la frase. Durante el testimonio de la mujer de Mangeri, el abogado querellante Pablo Lanusse se abstuvo de realizar preguntas al considerar que se trata de un "testimonio mendaz" y el presidente del TOC 9, Fernando Ramírez, le aclaró a Seattone que, al ser esposa del acusado, no puede declarar contra su esposo y podía negarse a contestar preguntas que considere que lo incriminan.
 
Entre los testigos que declaraban también hoy como testigos están Dominga Torres, la empleada doméstica de la casa de Ángeles que aseguró que la joven nunca subió al departamento a almorzar (como hacía todos los lunes), y Sergio Opatowski, el padrastro de la víctima, quien quedó desvinculado cuando secuestraron los videos de un banco que demostraron que el 10 de junio de 2013 fue a cobrar una pensión en el supuesto horario del crimen.