Archivo Master News

Es por el servicio de comida impago a los jugadores de primera división. Serio cuestionamiento al accionar del presidente, Horacio Rosales.

 

Un proveedor salió a reclamarle públicamente una deuda de 100.000 pesos al Club General Belgrano por el servicio impago de comidas a los jugadores de primera división durante un año. El planteo lo hizo en la Redacción de El Diario el propietario del restaurante “Las Viñas” y el bar “Siete10”, Fernando González. “Me cansé de esperarlos, incluso hasta les ofrecí cualquier tipo de financiamiento...pero el presidente (Horacio Rosales) ni siquiera responde los llamados y el resto de los integrantes de la comisión me deriva a él”, destacó el joven empresario gastronómico.

 

González, contó que “el acuerdo, verbal, porque no firmamos nada por escrito lo hicimos el 16 de septiembre del año pasado... yo no solo tengo las filmaciones de los jugadores comiendo en el restaurante sino también los remitos firmados por ellos”.

 

El convenio incluía solo el almuerzo para unos seis jugadores de primera división de la institución de Villa Alonso. Hacían uso del servicio todos los días a excepción de los lunes que como está cerrado el restaurante, por el descanso semanal, comían en el bar. El Club Belgrano disputa por estos días en el Torneo Federal A y en la Liga Cultural.

 

Ante la falta de pago y de respuesta de las autoridades, González dejó de prestarles el servicio hace menos de un mes. “Un día, esperé que los jugadores terminaran de comer y les expliqué cuál era el problema... por supuesto que ellos entendieron e incluso me reconocieron que hasta se veía venir mi decisión”, resaltó.

 

“La verdad es que me cansé de hacerles reclamos al Club, no debe haber integrante de la comisión que no sepa de esto, pero ante la falta de respuestas no me quedó otra que cortar el servicio y hacer este reclamo públicamente porque considero que los compromisos se deben cumplir... Así como yo cumplí con lo mío, ellos tienen que cumplir con lo que corresponde”, sostuvo.

 

González adelantó que no descarta incluso hacer un reclamo legal. “Yo prefiero no llegar a un juicio, no me parece lo correcto...no creo que sea necesario que una comisión exponga así a un club de la ciudad. Creo que tienen que tener mayor responsabilidad y asumir lo que acordamos. Incluso, es hasta una falta de respeto total que el presidente Rosales ni siquiera atienda los llamados que le he hecho, porque él sabe bien que conmigo pueden acordar cualquier modalidad de pago, creo que el tiempo que he esperado es una muestra de ello”, resaltó González.

 

El joven empresario dijo que, por ahora, desconocía que el Club le adeude dinero a otro proveedor. “Yo les advertí incluso que iba a hacer público el reclamo pero parece que no les importa... No debería darles lo mismo exponer así a una institución como dirigentes que se dicen que son”, analizó.

 

El reclamo público contra el Club Belgrano aparece en un contexto bastante singular: justo cuando la institución, o mejor dicho algunos de sus dirigentes, son blanco de una serie de críticas por el cuestionado megaproyecto inmobiliario en el predio donde funciona actualmente su sede.

 

Allí, parte de la dirigencia del Club Belgrano necesita un aval legislativo para construir un supermercado y un shopping porque no respeta varios puntos del Código Urbanístico de la ciudad.

 

Los dirigentes de Belgrano presentaron una nota el 8 de septiembre con los planos del megaemprendimiento y solicitaron que se hagan excepciones a los límites que establece la ordenanza para poder concretar su construcción.

 

Sin embargo, el Concejo todavía no tratará el tema porque primero debe cerrarse el expediente en la órbita del Ejecutivo -el área de Obras Particulares tiene que solicitar la excepción a los concejales- y también resta la audiencia pública convocada por la Subsecretaría de Ecología para el próximo 17 de octubre -ya se postergó en dos ocasiones- para dar a conocer a los vecinos el estudio de impacto ambiental.

 

En los planos figura un edificio de departamentos de 14 pisos, un supermercado de 5.000 metros cuadrados y un shopping con 110 locales. “Hay que aprobar una ordenanza a medida, que se llame Club Belgrano. Porque está en contra de todo. Se pueden construir departamentos hasta seis pisos y las grandes superficies no están autorizadas dentro del radio de la Circunvalación. Para que se den una idea, La Anónima tiene 1,8 mil metros cuadrados”, indicó el edil radical Marcos Cuelle ante una consulta de este diario sobre el tema.

 

Fuente: El Diario de La Pampa