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La menor fue encontrada en Junín junto a Enrique Alcaraz, alias "El Carnicero", acusado además de matar a la madre y al hermano de la menor. Tenía un cuchillo, que sería el arma homicida

 

Las pericias realizadas por el cuerpo forense de Junín concluyeron que Mía no tiene lesiones ni señales de abuso, por lo que se confirma que fue encontrada en buen estado de salud. El informe completo de la primera revisión médica a la menor ya fue entregado a los fiscales del caso. Ahora, resta hacerle exámenes psicológicos y psiquiátricos.

 

Mía fue encontrada en compañía de Enrique Alcaraz, un joven de 26 años conocido como "El Carnicero", quien fuera pareja de Sabrina, la madre de la niña, asesinada junto al hermano de Mía a puñaladas en el Palomar. Si bien en la escena del crimen no se había hallado el arma homicida, los forenses de Morón habían determinado que se utilizó un cuchillo.

 

Justamente un cuchillo de filetear fue lo que se encontró en la mochila de Alcaraz, principal sospechoso del crimen y de haberse llevado a la niña de seis años. Fuentes de la investigación confiaron a Infobae que el arma será peritada y que no se descarta que sea la homicida.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El cuchillo hallado en posesión del detenido

 

La detención fue realizada por la DDI de Junín en la terminal de micros de esa localidad. Como había testigos que habían visto al sospechoso en Merlo y Once, los detectives lo venían siguiendo y lo estaban esperando.

 

Alcaraz no se resistió al aresto. Sin embargo, cuando divisó al personal de la DDI quiso huir pero lograron interceptarlo a cinco cuadras de la terminal.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El pasaje de micro de Enrique Alcaraz

 

Un actor clave para rescatar a Mía fue Raúl González, un maletero de la terminal de ómnibus, quien dio aviso a la policía cuando reconoció a la menor.

 

"Uno siempre está atento a todas las cosas y atento a todo. Me llamó la atención cómo la tenía el señor a la nena. La tenía upa, cruzada. No se veía bien la carita porque tenía una capucha. Ahí volvemos a mirar el diario con la foto y fue cuando avisamos a la policía. Ellos salieron y fue después cuando los interceptó la policía", relató el hombre en diálogo con Crónica TV.