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La politización del Sistema Judicial - La balanza imperfecta Imprimir
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Lunes, 04 de Abril de 2016 09:01
Cuando el poder político se entromete en el sistema judicial existe lo que comúnmente se denomina “politización del sistema judicial”. Son los intereses económicos y políticos de un Gobierno determinado los que acechan al sistema judicial, lo corrompen y lo presionan. En este marco, la famosa balanza de la Justicia, la que debe representar la equidad y la igualdad tambalea y los ciudadanos comunes somos los que sufrimos el perjuicio directo de la Justicia Imperfecta.
 
La intromisión del poder político en la Justicia  provoca una clara distorsión de los tres poderes del Estado, a saber, Ejecutivo, Legislativo y el Judicial. Toda vez que el sistema de justicia debe ser independiente en todas sus formas, la venda que se ciñe sobre los ojos de la figura que la representa nos perjudica a todos ya que jamás podremos saber si los derechos y garantías fundamentales que tenemos como ciudadanos están o no impregnados por intereses políticos o económicos de los gobierno de turno.
 
En este sentido, los justiciables, que somos todos nosotros, nos encontramos en un permanente estado de incertidumbre. No es solamente la realidad que nos circunda la que nos marca, a las claras, que la Argentina es cíclica, y que es imposible pensar en la posibilidad de políticas a largo plazo. En la Argentina de hoy, y desde hace ya muchos años, los cambios de gobierno se presentan como un huracán que arrasa con todo: políticas sociales, políticas económicas, y con el mismo sistema judicial que se ve obligado a acompañar, muchas veces,  esos cambios. Y si la Justicia no se adapta a las pretensiones políticas entonces ya sabemos: marche preso. 
 
Acaso empieza a ser cierto entonces aquel dicho popular que reza que “los inocentes están presos y los culpables libres”. En realidad, pecaríamos de inocentes si creyésemos que esta frase no es cierta en la Argentina de hoy. Si, es cierta y desde ya hace muchos años, porque en rigor de verdad la historia muestra que los Gobiernos que se perpetúan por demasiados años en el poder terminan destruyendo las instituciones. El poder corrompe y el poder absoluto corrompe absolutamente. El problema no son las Instituciones, son los Hombres y Mujeres que las integran. El problema no es la política, son los hombres y mujeres que la hacen. “La unica verdad es la realidad” decía el General, y la verdad es que la política es necesaria en cualquier sociedad porque es una herramienta cuyo fin único es y debe ser la realización del Bien Común. En este sentido, la política y los hombres que detentan el poder político no deben entrometerse en la práctica judicial bajo ningún aspecto. Estas conductas son las que debemos reprochar como ciudadanos ejerciendo la totalidad de nuestros derechos cívicos porque “…el Pueblo no delibera ni gobierna sino por medio de sus representantes”, y esto no es un invento ni una linda frase hecha, estas palabras están plasmadas en nuestra Carta Magna. Y quiénes eligen a sus representantes? Nosotros, mediante el voto popular.  Entonces la ecuación es simple: como ciudadanos estamos absolutamente legitimados en nuestros derechos para pedir y exigir que los poderes que componen el Estado de Derecho sean verdaderamente independientes.  
 
Cuando la Justicia está politizada ella misma es parte de la corrupción. Es una utopía hablar de lucha contra la corrupción cuando nuestros Tribunales dependen del poder político de turno. En la medida en que la Justicia no sea verdaderamente independiente, la lucha contra la corrupción seguirá siendo un deseo de los ciudadanos ya que es cierto que  aquellos Jueces que se apartan de los intereses políticos y económicos que se les imponen terminan muchas veces destituidos de sus cargos perdiendo para siempre sus carreras judiciales.
 
La Justicia Politizada, la de hoy, la de hace ya varios años es una de las enfermedades más grandes que padece nuestra República Argentina porque sin lugar a dudas nos afecta de algún modo a todos en la medida en que hace que la aplicación de la ley NO sea igual para todos. La politización del sistema judicial entonces nos afecta a Todos, sin distinción. A pobres, a ricos y a ciudadanos de clase media. Tambalean todas las instituciones y con ellas tambaleamos nosotros.
 
Existen pocas soluciones para despolitizar la Justicia, sin embargo entiendo que la más adecuada sería volver a los principios y valores que surgen de nuestra Constitución Nacional, retomar la idea de la debida separación de poderes y en ese marco que la Judicatura recupere su papel fundamental cual es el de ser el tercer pilar de un Estado de Derecho.
 
Dra. Virginia Luna
Abogada UCA- Diplomada en Derecho de la Seguridad Social
T 72 F 470 CPACF
 
 
 
 
 
 
La politización del Sistema Judicial - La balanza imperfecta