Ud. está aqui:   Inicio Noticias Regionales

Buscá en el Archivo de MasterNews

Reconstruyeron el crimen del cazador: hay más marcas de balazos en la camioneta de los cazadores Imprimir
Usar puntuación: / 0
MaloBueno 
Jueves, 01 de Septiembre de 2016 12:02
La prueba judicial fue controlada por Gendarmería Nacional. Por el hecho están acusados los policías Fernando Safenreider y Norberto García.
 
Tres nuevas marcas de posibles disparos de bala fueron halladas en el vehículo de los cazadores, entre las pericias de Gendarmería y la reconstrucción del hecho. Mario Arroyo, el dueño de la camioneta, sospecha que hubo un tercer policía que disparó. Además, el policía detenido dijo que fue a buscar a los cazadores porque otro móvil policial “no los podía parar”.
 
Durante toda la tarde de ayer se realizó la reconstrucción del crimen de Santiago Garialdi en un camino vecinal cercano a Lonquimay. Estuvieron presentes los ocupantes de la camioneta y los policías involucrados, juntos a sus respectivos abogados y autoridades judiciales, en medio de una fuerte custodia policial.
 
Desde las 16 horas, Mario Arroyo, Andrés Casabonne y Juan José Costilla transitaron el camino en donde fueron interceptados por la Policía el pasado domingo 24 de julio. Cada uno, por separado, dio el testimonio de lo sucedido ante el juez de Control Gabriel Tedín, la fiscala Cecilia Martiní y los abogados José Mario Aguerrido (defensor de los policías Fernando Safenreider y Norberto García) y Omar Gebruers (querellante).
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
La custodia policial establecía un cerco perimetral a 600 metros de donde se produjo el incidente y desde allí, se podía observar el tránsito de la camioneta Ford en dirección norte-sur hasta el cruce con un camino que se dirige a Lonquimay, donde se produjo el hecho. “Cuando pasamos el cruce, nos tiraron. Apenas alumbramos y vimos la cadena con los miguelitos, la esquivamos y ahí nos tiraron”, relató Mario Arroyo, quien era el tirador esa noche de caza.
 
A su lado iba como iluminador Santiago Garialdi, quien recibió un impacto mortal de bala en la cabeza y otro en el brazo. “La camioneta estaba metida para dentro del camino, no se veía desde dónde veníamos nosotros. Tenían las luces apagadas, nos estaban esperando”, completó.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Arroyo también planteó la hipótesis de que había más policías. “Yo vi dos pero veo medio difícil que uno de ellos pueda tirar y pegar en la parte posterior, del otro lado de donde estaba. Tenía que correr muy rápido para llegar al otro lado de la calle. Para mí, había otro policía más, del otro lado de la calle. Además, el último disparo fue mucho más espaciado”, explicó.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
En la pericia realizada por Gendarmería Nacional, el pasado martes, se encontraron dos marcas de bala más en la camioneta de los cazadores, “Dos son finitas, como las que dejan los perdigones y estaban en el apoyabrazos”, dijo Arroyo, que también explicó la aparición de una tercera impronta: “Más arriba encontraron otra marca, que no la habían visto pero cuando levanté el “cortaviento”, apareció”.
 
El “cortaviento” es una lona delantera que protege a quien dispara y, en la camioneta que usaron los cazadores, tiene una guía que permite levantarla. “Ellos no lo habían levantado porque no sabían que se corría, cuando la levanté, vieron la marca”, indicó.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Arroyo manifestó que los disparos fueron de una pistola y de una escopeta. “Cuando empezaron los tiros, lo primero que hice fue agacharme y tratar de cubrirme. Ahí se vio el fogonazo que hace la escopeta al disparar. Ahí miro al costado, lo veo a Santiago (Garialdi) con la cabeza para abajo y le grité al chofer (Casabonne) que parara”, relató el hombre de General Pico. Casabonne se bajó de la camioneta y ambos pedían a la Policía que los auxiliara y llamara a una ambulancia. “Les gritamos ‘¡que hicieron, llamen a una ambulancia!’”, indicó Casabonne y agregó que los policías huyeron hacia el otro lado del camino.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Distinta fue la versión de los policías implicados ante el juez, la fiscala y los abogados, cuando les tocó el turno de relatar lo sucedido. En primer lugar, Fernando Safenreider dijo que acudió al lugar porque Ochoa (policía de la localidad de La Gloria, que se conducía en un móvil policial VW Polo) intentó pararlos y no podía. Esta declaración es totalmente opuesta a la primera versión dada por la Policía, que indicaba que los policías acudieron al lugar por el llamado de un vecino al 101. Incluso fue público un audio del diálogo entre el jefe de la comisaría, Pablo Trincheri, y el propio Safenreider, donde se citaba el llamado a la Policía, algo totalmente contrario a lo que dijo ayer en la reconstrucción del hecho.
 
Luego, en su relato, el policía indicó que había colocado la camioneta prácticamente cruzada sobre el camino, con luces prendidas, las puertas abiertas y la sirena funcionando. Safenreider dijo que les hizo señas a los cazadores que no las acataron, y que lo encararon con el vehículo y le dispararon tres tiros.
 
Ante esta situación, el policía respondió con disparos hacia el vehículo en movimiento que derivó en la muerte de Santiago Garialdi. Respecto del otro policía presente en el hecho, Norberto García, en su declaración dio cuenta que su reacción ante los disparos fue distinta a la de Safenreider. Dijo que se asustó, se tiró atrás de la camioneta y que no hizo ningún disparo. Visiblemente conmovido, el policía dijo, entre llantos: “Nos tiraron tres tiros”.
 
Fuente: El Diario
 
Reconstruyeron el crimen del cazador: hay más marcas de balazos en la camioneta de los cazadores