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La historia del equipo que clasificó a una semifinal por el sorteo de la lotería Imprimir
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Miércoles, 08 de Febrero de 2017 14:05
Por Rodrigo Tamagni 
 
El partido de vuelta debió ser suspendido por la agresión de un hincha rival al árbitro y los dirigentes de la Liga decidieron dirimir la disputa por el azar
 
El reloj marca poco más de las nueve de la noche en el buffet del Club Recreativo San Jorge. Los dirigentes trabajan a contrarreloj para embellecer el salón que recibirá una nueva fiesta barrial. La pintura de este cuadro se completa con una radio encendida de fondo que anuncia los ganadores de la lotería nocturna de Entre Ríos correspondiente al sábado 4 de febrero del 2017.
 
"El primer puesto es para el 1706", anuncia el locutor. Esta noche habrá un ganador sí o sí. Edgardo Orcellet, presidente del Club San Jorge, oye y sabe que ese número lo transforma en ganador. Ganaron: el equipo se clasificó automáticamente a la semifinal de la Liga Departamental de Colón. Pero no hay festejos, el telón de la escena cae con un dejo de tristeza que vence al sentimiento de triunfo.
 
Un partido que se define por la lotería. No es el guión de una película que escribió Eduardo Sacheri, ni una historia que pudo haber sido craneada por Roberto Fontanarrosa. Es el desenlace de la serie que emparejó a Club Sauce y el Recreativo San Jorge, correspondiente a la Liga Departamental de Colón (Entre Ríos), que no pudo culminar por la vil agresión de un hincha del primero al árbitro José Ventos.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Las instalaciones del “Tractor” de Villa Elisa 
 
"Nos enteramos porque estábamos trabajando en el club porque teníamos un espectáculo bailable esa noche y alguien escuchó la radio, el sorteo de la lotería, pero con mucha tranquilidad. No daba para felicitar a nadie, una situación totalmente atípica. No me daba para festejar. Más allá de que nos gustó la idea de pasar", le contó a Infobae Edgardo Orcellet, el mandatario del club que consiguió el pasaje a la siguiente instancia mediante el azar.
 
En esta liga amateur, los jugadores trabajan por la mañana y por la noche entrenan para despuntar el vicio en el deporte que aman. La pasión violenta que desde hace tiempo domina a este deporte en el país también está presente, a pesar de ser un torneo que escapa a los grandes flashes del fútbol y los intereses exorbitantes.
 
"En todo tipo de competencia existe el orgullo propio de ganar. Todos tienen sus rivalidades porque acá la Liga de Colón la componemos entre 6 ó 7 ciudades, hay rivalidades entre ciudades", detalló el máximo dirigente de la institución de Villa Elisa, sitio ubicado a media hora de Colón.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Hace dos meses, un hincha entró, le metió un derechazo al árbitro, lo tumbó y en el piso le pegó una patada. Aquel partido se suspendió y se le dio por ganado 1-0 a San Jorge, el resultado de ese momento. La ida había sido por 2-1 para el rival. El Tribunal de Penas exigía un tercer partido desempate para dirimir la serie, desde el Tractor se negaron a aceptarlo y apelaron.
 
"Nosotros seguíamos en desacuerdo porque entendíamos que había que dar un signo de lucha contra la violencia; que tenía que había una pena deportiva al club del que era el hincha que hizo la agresión", argumentó el directivo, con un pensamiento más cercano al de la mítica película Luna de Avellaneda que a un empresario digno del Super Bowl.
 
El camino se empantanaba cada vez más y debían recurrir al Consejo Federal, situación engorrosa porque la resolución podría demorar más de la cuenta el inicio del nuevo torneo. Los dirigentes decidieron sentarse a dialogar para encontrar un desenlace salomónico: "Nos llamaron de la Liga a una reunión para conciliar. Les dimos facultades a ellos para destrabar y no entorpecer el comienzo de la temporada. Consideraron que la mejor forma era el sorteo, está reglamentado".
 
La posibilidad era hacerlo en una habitación cerrada con un bolillero, pero para alejar las suspicacias decidieron ponerle el suspenso y la sobriedad de la tómbola provincial. Sábado 4 de febrero por la lotería nocturna de Entre Ríos, la cita. "Nos pusieron los números pares a favor nuestro, con el cero incluido y al Sauce le dieron impares". Salió el 1706 y la justicia la brindó el azar.
 
El título local está a unos pasos, pero en San Jorge no hubo festejo. "Acá hubo un hecho muy grave. En definitiva, el problema de fondo no tuvo ninguna solución", se lamentó Orcellet.
 
La radio siguió sonando, casi como la orquesta del fútbol que nunca para de tocar. No hubo abrazos, ni felicitaciones. Mientras la lotería les daba un guiño lo único que interesaba en el club dejar listo el salón para la orquesta local que en un rato saldría a escena y haría bailar a aquellos treintañeros del municipio. Esas fiestas que son pensadas como un servicio a la comunidad. Que sirven, al mismo tiempo, para solventar los gastos del club.
 
El club San José los espera a fin de mes para disputar la Semifinal, pero el espíritu deportivo, lo único que verdaderamente importa cuando el fútbol está en su pura esencia, ya quedó destruido.
 
Las instalaciones del “Tractor” de Villa Elisa 
 
 La historia del equipo que clasificó a una semifinal por el sorteo de la lotería