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Agropecuario y la revolución de la siembra de goles, de la mano de un zar de la soja Imprimir
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Miércoles, 24 de Mayo de 2017 19:05
Creado por Bernardo Grobocopatel en 2011, el club quedó a un partido del ascenso a la B nacional
 
Hay dos mil, tal vez tres mil personas que se rompen las manos aplaudiendo, agradeciendo. Se vislumbra un momento histórico en la vida de Carlos Casares, una localidad bonaerense de unos 20 mil habitantes. En el reluciente verde de la cancha, que antes fue un campo fértil para la siembra de soja, los jugadores levantan los brazos y se funden en abrazos reconfortantes. El triunfo de Argentino Agropecuario por 2 a 0 sobre Gimnasia y Tiro de Salta no alcanzó para ganar el pentagonal final del Federal A, pero dejó al equipo a un solo partido del ascenso a la Primera B Nacional.
 
Además de ser la cuna del recordado ídolo del TC Roberto Mouras, Carlos Casares es la cuna de una verdadera utopía futbolera. Con tan sólo cinco años de vida, el Sojero, como se lo conoce, puede convertirse en el equipo más joven en llegar a la segunda categoría del fútbol argentino: el récord lo ostenta Crucero del Norte, que tardó nueve años. Eso sucederá el domingo si Gimnasia de Mendoza no logra ganarle en Salta a Gimnasia y Tiro. "Estoy muy confiado en que vamos a lograr el objetivo", comentó José María Bianco, el ex futbolista de Independiente que dirige a Agropecuario Argentino.
 
Creado por Bernardo Grobocopatel, uno de los empresarios más importantes de la zona, su incursión en el fútbol de AFA fue vertiginoso y revolucionario. "El acta fundacional establece como fecha de nacimiento de Agropecuario Argentino el 23 de agosto de 2011. Para mí la fecha verdadera es el 29 de enero de 2012, cuando debutamos en el Argentino C", afirma Bernardo, primo de Gustavo, el CEO del conocido Grupo Los Grobo, uno de los pools de siembra más grande de Sudamérica.
 
El camino de Agropecuario en el Torneo Federal A fue una marcha sólida hacia el objetivo. De 32 encuentros disputados, triunfó en 14, sólo perdió cinco y empató 13. Al plantel profesional de 30 futbolistas el club le destina un presupuesto de cerca de 700.000 pesos mensuales, convirtiéndose en uno de los equipos de mayor poderío económico de la categoría. "Acá sólo pensás en jugar, no tenés que hacerte problema por la plata porque los pagos están al día", destaca Juan Pablo Manzoco, uno de los tres titulares nacidos en Carlos Casares; los otros son el lateral Enzo Díaz y el goleador y capitán Gonzalo Urquijo, el único que se mantiene en el club desde su fundación. La figura es el enganche Cristian Barinaga, que jugó en la B Nacional con Guaraní Antonio Franco de Misiones.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Agropecuario cuenta con un complejo de 15 hectáreas, donde tiene su cancha, con una capacidad para 5.000 personas que próximamente será ampliada a 15.000. Para el campo de juego, el presidente importó panes de césped desde Europa para que luciera impecable. "Estoy haciendo una inversión muy grande por el crecimiento de mi pueblo, espero que al club le permitan seguir avanzando. La idea es que la gente de Casares haga de Agropecuario su club. Si bien todavía no logramos el ascenso, nos queda la satisfacción de confirmar el sentido de pertenencia que está creando el equipo. Esperemos que se nos dé", apunta Grobocopatel, quien en los días previos le reclamó al intendente local, Walter Torchio -el marido de su prima Andrea Grobocopatel- que le mejorase las condiciones de la calle de acceso al estadio.
 
Grobocopatel, de 40 años y fanático de Racing, intentó gerenciar a Huracán de Carlos Casares, una institución local que se destaca por la práctica de rugby. Pero diferencias con algunos miembros de la comisión directiva lo inclinaron a crear su proyecto personal. "Nuestra aparición produjo una mini revolución en la zona. Tenemos dos objetivos: ascender y en el futuro tener un plantel conformado por mayoría de chicos de la ciudad. Son proyectos muy difíciles pero no imposibles. Nueve meses atrás, jugar en el Argentino A era una utopía para nosotros..."
 
A 350 kilómetros de Buenos Aires, el Club Argentino Agropecuario es parte de la vida misma de un pueblo que se ilusiona con jugar con los grandes del fútbol argentino. Por ahora la hazaña quedó en suspenso.
 
Por el ascenso
 
A pesar de ganarle 2 a 0 a Gimnasia y Tiro de Salta, Argentino Agropecuario no logró ayer el ascenso a la B Nacional. El triunfo 3-0 de Gimnasia de Mendoza ante Unión de Sunchales estiró la definición del pentagonal hasta la última fecha, que el equipo de Bianco tiene libre. Si los mendocinos empatan o pierden con los salteños el domingo, Agropecuario ascenderá; si ganan, deberán jugar un partido desempate con el equipo de Casares. El club tiene muy pocos socios y se sustenta con el aporte de Grobocopatel y el apoyo de un patrocinante, una empresa de máquinas agrícolas.
  Agropecuario y la revolución de la siembra de goles, de la mano de un zar de la soja