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El 90% de los beneficiarios paga de más por la garrafa social Imprimir
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Martes, 01 de Agosto de 2017 09:02
Así lo determinó un informe de la Defensoría del Pueblo bonaerense. Mientras el subsidio es de $115 por unidad, los usuarios pagan un promedio de $185 por envase de gas
 
El 90 por ciento de los usuarios de las garrafas sociales paga por ellas un valor mayor al estipulado oficialmente, según un relevamiento realizado por la Defensoría del Pueblo de la Provincia para determinar la accesibilidad, costo, conocimiento y uso del Programa Hogar en el territorio bonaerense.
 
El informe indica que el 74,5 por ciento de los encuestados abonó entre $150 y $250 por una garrafa durante el último mes, cuando el subsidio otorgado por la Anses por cada garrafa social es de $115. “Hablamos de un producto fundamental para las personas más vulnerables ante los intensos fríos del invierno, por eso lo que queremos es que el precio que fija el Gobierno tenga un control real y sea accesible para quienes lo necesitan”, afirmó ante este medio el titular del organismo, Guido Lorenzino.
 
Anses, a través del Plan Hogar, subvenciona la mitad del costo de las garrafas. En la Provincia de Buenos Aires, se adjudican dos por hogar. Luego del último incremento del subsidio, la suma depositada por Anses a cada usuario registrado en el programa en territorio bonaerense es de $230, es decir, $115 por cada una de las unidades mensuales.
 
“El beneficio no alcanza para cubrir lo que sale en el mercado, y hay que tener en cuenta que si una despensa barrial le compra la garrafa a un distribuidor, seguramente la va a recargar más”, dijo a diario Hoy Jorge Ruesga, secretario de Servicios Públicos de la Defensoría.
 
Del envasado, al hogar
 
“Otro de los problemas es el traslado. Muchas veces llevarte la garrafa desde el centro de distribución o las estaciones de servicio hasta el barrio termina saliendo igual que el artículo, con lo cual el precio se duplica”, relató Ruesga, quien sostuvo que “en el caso de las personas que viven en barrios muy vulnerables, ni siquiera se las quieren llevar”.
 
En efecto, los datos del relevamiento indican que el 89,7 por ciento de los beneficiarios obtiene las garrafas en el punto de venta, mientras que solo el 10,3 por ciento elige la opción de que se la envíen a su hogar. De esta forma, el 64,7 por ciento de los entrevistados compra en el almacén del barrio, el 22,6 lo hace en distribuidoras de gas, mientras que el 3,8 adquiere este bien en el camión que circula. Por otra parte, según se indica en el análisis, “el Estado es el que debe garantizar la accesibilidad a la garrafa social”.
 
Cálculo cuestionado
 
Según la información oficial, para determinar quién está en condiciones de acceder al subsidio, la Secretaría del Ministerio de Energía y Ganadería puso como filtro un “padrón automático” elaborado a partir de datos recabados de la Anses. Esta información permite conocer con exactitud cuántas familias acceden a gas natural de red y cuántas otras no. 
 
Ruesga explicó que “la Anses, de acuerdo a los datos que recopiló, tiene acceso a un mapa de las redes de gas de todas las localidades. Y si un usuario figura con acceso a la red, aunque no esté conectado, no puede adherirse al beneficio”.
 
En el informe de la Defensoría se señala, además, que “el Ministerio de Energía es el que determina si corresponde o no el beneficio en función de la zonificación que manda la distribuidora de gas, en este caso, Camuzzi. Pero lo hace por zonas, es decir que si el área informada abarca cuatro manzanas, la cartera la toma como zona de gas aunque de esas cuatro manzanas dos no cuenten con el servicio”.
 
Por otra parte, según la Defensoría, “surge otra problemática que es que el subsidio es por domicilio. Por eso, en los luga
  El 90% de los beneficiarios paga de más por la garrafa social