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Al menos dos personas murieron y 39 resultaron heridas en la isla de Ischia.

Entre aplausos, los bomberos sacaron al pequeño Pasquale, de 7 meses, de los escombros y se lo pasaron de mano en mano hasta que lo pueda agarrarar un doctor. Era el primero de tres hermanos que rescataron de una casa que se derrumbó en la localidad de Casamicciola tras el sismo de magnitud 4,0 que dejó dos muertos y 39 heridos en la isla italiana de Ischia y su llanto, después de 7 horas de búsqueda, le devolvió la esperanza a los bomberos.

Los rescatistas tardaron 16 horas en poder rescatar a toda la familia de la criatura. El último en salir fue Ciro, de 11 años. El nene, en calzoncillos y cubierto por el polvo, fue colocado en una camilla y trasladado en ambulancia a un hospital para una serie de controles, aunque al parecer se encuentra en buenas condiciones. Más temprano habían logrado extraer de allí a Mattias, de 8 años.

El padre de los niños contó a la prensa que se encontraba en la cocina cuando se derrumbó el piso superior. Los niños estaban en su habitación, mientras la esposa, embarazada de cinco meses, se encontraba en el baño y pudo salir por una ventana y dar la alarma.

Según el diario La Repubblica, fueron los buenos reflejos de Ciro que le salvaron la vida a Mattias. Cuando todo empezó a temblar, el nene agarró a su hermanito y lo empujó debajo de su cama. Luego siguió golpeando los escombros para que los bomberos los puedan ubicar.

La labor era complicada, señaló el vocero de bomberos Luca Cari. Los rescatistas se mantuvieron en contacto verbal con los niños durante la operación y pudieron darles agua y una linterna, explicó.

Las víctimas fatales son una anciana que fue alcanzada por los cascotes que cayeron de una iglesia y una mujer que fue localizada sin vida entre los escombros de su casa. El terremoto ocurrió a las 20.57 y causó también 39 heridos, entre ellos un hombre de 44 años que fue trasladado al hospital Cardarelli de Nápoles con heridas graves por el derrumbe de su casa.