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No le cabe otra palabra a lo ocurrido durante las últimas horas en el que un hecho administrativo se convirtió en una puja de egos, de medición de fuerzas o peor aún, en una clara muestra de la irresponsabilidad y el desconocimiento con la que se manejan algunas personas vinculadas a la política.

 

Todo comenzó con la publicación del referente de Cambiemos que a su vez es candidato por esa fuerza política a 1° concejal y gerente de Anses que publicó en su cuenta Facebook un escrito en el que destacaba que este lunes llegaba a General Pinto todo el mobiliario material didáctico para el nuevo edificio de la Escuela Secundaria N° 4 y Escuela Primaria N° 35, destacando que se trataba de un logro de la gestión conjunta de la Inspectora Jefe Distrital, Miriam Farace y los candidatos a consejeros escolares del equipo del espacio que comanda.

 

Sobre el final agradecía especialmente a Marcelo Di Mario, Presidente de Consejeros Escolares de la Provincia de Buenos Aires.

 

La respuesta oficial desde el grupo de consejeros escolares no se hizo esperar y mediante un comunicado desmintieron lo informado por Maruri que por otra parte, habría sido a partir de una captura de pantalla de ese perfil que la directora de la Unidad Académica a la que pertenecen los establecimientos educativos mencionados, Marcela Girón, habría informado mediante Whatsapp a su gente.

 

Esta acción generó profundo malestar ya que no se tuvo en cuenta el protocolo, ni los canales oficiales; sino partidarios para dar a conocer la noticia y obrar en consecuencia.

 

En otras palabra se entendió por ello, política partidaria.

 

El comunicado del Consejo Escolar refería a lo informado por Maruri como erróneo por lo tanto se veía en la obligación de aclarar que las escuelas Secundaria N° 4 y Primaria N° 35 fueron gestión del intendente del distrito de General Pinto.

 

Todas las documentaciones solicitadas para solicitar el mobiliario y otros servicios (agua, gas, cloacas) fueron gestionadas y elevadas desde el Consejo Escolar, único organismo facultado para efectivizar estas cuestiones.

 

Allí se detallan las fechas y demás acciones, poniendo énfasis en que si este organismo no hubiese actuado en tiempo y firma la llegada del mobiliario no se hubiese concretado por lo tanto y sin vueltas, sostuvieron que el comentario de Roberto Maruri era una mentira.

 

En el mismo escrito se lee que en todo momento el cuerpo de consejeros mantuvo al tanto a la Inspectora Jefe, Mirian Farace al tanto lo mismo que a las autoridades de las escuelas en cuestión, quienes estaban al tanto de la llegada de los elementos el 9 del corriente.

 

Como dato saliente, figura al pie del comunicado un párrafo en el que se deja constancia que se invitó a Farace a firmar el documento, cosa a la que accedió dándole marco oficial a los dichos del Consejo Escolar.

 

Confirmando la gestión y desmintiendo a Maruri.

 

Pero esto no terminó ahí.

 

En el medio, hubo “fuego cruzado” entre las partes políticas intervinientes que, como siempre tuvieron sus representantes en las redes sociales quienes se encargaron de justificar lo “actuado” hasta este momento.

 

Para ese entonces, el panorama poco a poco se iba aclarando mientras ocurría lo más importante, el mobiliario se acercaba a la ciudad cabecera; y así sucedió.

 

Finalmente con la ayuda de personal municipal las autoridades educativas del partido de General Pinto recibieron lo esperado dando por finalizada su gestión.

 

Ante esto, el capítulo siguiente de este “culebrón” volvió a tener a Cambiemos como protagonista, volviendo sobre sus dichos publicando nuevamente sus expresiones en Facebook las que sostienen que refutan el contenido del comunicado del Consejo Escolar que fuera firmado además de las consejeras, por la Inspectora Jefe a la que reconocen como propia, a la que aseguran le facilitaron el teléfono de la autoridad educativa provincial que aparece mencionada anteriormente.

 

De este modo, la política, que es la herramienta por excelencia con la que cuenta la democracia, volvió a vestirse (o ser vestida) de diablo para meter la cola (y/o la pata).

 

Usted sacará sus propias conclusiones.

 

Fuente: Distrito Interior