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Se llama Luxturna y fue aprobado por la Agencia de Medicamentos de Estados Unidos, por lo que pasó a ser el medicamento comercializado más caro del mundo.

 

La droga es capaz de curar la distrofia retiniana, una rara enfermedad hereditaria que puede llevar a la pérdida de la visión.

 

El tratamiento no es sencillo. Consiste en la inoculación de un virus que inserta nuevos genes en los ojos de los pacientes afectados, lo que repara el ADN defectuoso para que el cuerpo pueda restaurarlo por sí mismo.

 

Este medicamento, además, es diferente a los demás. No se ingiere durante un período de tiempo, sino que es de aplicación única, ya que la terapia está diseñada para tratar a la enfermedad de raíz.

 

La empresa productora cobrará la nada barata cifra de 425.000 dólares por cada ojo que reciba tratamiento con Luxturna, lo que batió récords y convirtió a este nuevo desarrollo en el medicamento más caro del planeta.

 

Spark Therapeutics, la empresa que produce estos medicamentos, prometió que devolverá el dinero si el tratamiento no resulta efectivo y colaborará con programas que ayuden a los pacientes a asumir los costos de Luxturna.

 

Aún así, en las redes sociales las críticas no tardaron en llegar, puesto que con un precio tan elevado quienes puedan pagar el medicamento serán unos pocos.

 

Acaba de salir un tratamiento contra la ceguera causada por la distrofia retinal denominada Luxturna. Un gran avance científico, sólo que su costo es de U$S 850 mil y generará que muy pocas personas podrán acceder, provocando más inequidades.

 

El precio USA de Luxturna nos debería obligar a revisar nuestro sistema de financiación de fármacos. O buscamos formas alternativas (e imaginativas) de financiación o nos quedaremos sin acceso a la terapia génica. La primera viene para una forma de ceguera... ¡pero vienen más!