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El 67% de los docentes bonaerenses pidió al menos una licencia el año pasado Imprimir
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Sábado, 17 de Febrero de 2018 15:34
La Provincia afronta un promedio de 117.343 suplencias cada mes. En 25 escuelas detectaron más maestros que alumnos
 
En 2017, solo un 33% de los docentes bonaerenses no se tomó ninguna licencia por enfermedad. De un cuerpo total de 282 mil maestros, el 67% sí pidió reposo al menos una vez. En promedio, se otorgan 105 mil licencias médicas por mes.
 
Las licencias médicas se suman al alto nivel de ausentismo en la Provincia, cuya tasa llega al 17% en las escuelas estatales. En las privadas, la estadística de ausentismo docente disminuye a medida que también decrece el aporte estatal en la institución.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
En la primera reunión paritaria del año, el gobierno bonaerense se comprometió a pagar un bonus retroactivo de $4.500 a los 50 mil docentes que no faltaron un solo día a clases. A su vez, anunciaron que en los próximos encuentros presentarán una propuesta sujeta al presentismo para el 2018. Los gremios rechazan en forma unánime el plus porque opinan que "se pone el salario por encima de la salud".
 
Ausentismo y licencias combinados llevaron a que la Provincia tenga que afrontar 117.343 suplencias en promedio cada mes, cuyo costo ascendió a 19 mil millones de pesos. Al presupuestario, se le agrega un inconveniente aún mayor: se dificulta la continuidad de los aprendizajes de los chicos con un mismo maestro.
 
Sobre ese punto, los datos también son contundentes. El 40% de los chicos de primaria estatal tiene más de un maestro al año y, de ellos, el 20% tiene más de dos. Hay algunos casos rimbombantes. Por ejemplo el de un docente titular de una escuela primaria de Ezeiza que, en cinco meses, tomó tres licencias por enfermedad de 21, 14 y 80 días respectivamente. Sus alumnos, en ese lapso, tuvieron cuatro maestros diferentes. También otros 120 docentes que fueron designados para un cargo, al día siguiente pidieron una licencia.
 
Parte de esa deficiencia busca cubrir el nuevo mecanismo de regulación de licencias médicas lanzado hace un mes, al que tuvo acceso exclusivo Infobae. Desde el 5 de febrero, los docentes que sientan un impedimento de salud, tendrán que a ir al médico, recibir el certificado que consigne la cantidad de días que se ausentará y cargar esa información en una aplicación.
 
Una vez que el docente o auxiliar suba una foto del certificado a la plataforma, recibirá en pocos segundos al aval de la Dirección General de Cultura y Educación bonaerense. Al mismo tiempo, el equipo directivo de la institución estará al tanto de lo que sucede con el miembro de su personal.
 
Por un lado, buscan agilizar un trámite que se hacía tedioso para el agente. Por otro, controlar que no sobrepasen los días de ausentismo que plantea la licencia. La aplicación ofrece a los equipos directivos notificaciones en tiempo real sobre los excesos en las licencias médicas por parte de los docentes. En los casos puntuales, cada director puede acceder al historial de cada agente y encontrar en la plataforma estadísticas sobre cuánto se falta en su escuela.
 
Demasiados docentes para pocos alumnos
 
La Provincia de Buenos Aires tiene 16 mil escuelas entre nivel inicial, primario y secundario que albergan 4,7 millones de alumnos. De ellos, la amplia mayoría (3,2 millones) está en la educación pública, aunque desde el 2002 creció la matrícula en los privados hasta estabilizarse en un 31%.
 
Desde 2004, se aplicaba una excepción por escasez de maestros que permitía a maestros sin título habilitante dar clase en las auls. Se calcula que hoy hay cerca de 7 mil maestros sin título habilitante. Ahora hay superpoblación. La relación actual de alumnos por docentes es de 11 a 1. De hecho, detectaron 25 escuelas con más maestros que estudiantes. Por caso, La Escuela Nº 41 Tomás Espora, la Nº 4 Juan Manuel Biocca y la Nº 20 Francisco Laprida.
 
A partir de este año, el gobierno bonaerense cesanteará a quienes dan clases sin título docente. Los funcionarios se amparan en el estatuto docente, cuyos artículos 109 y 110 contemplan que el personal docente que esté trabajando como suplente "cesará" su puesto en caso de si al finalizar el curso no tienen título. La medida no alcanzará a aquellos que estén estudiando.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
En la paritaria, los gremios plantearán la medida como un "recorte" y será uno de los temas de controversia. Desde La Plata, la intención es aspirar a una proporción más "lógica" entre docentes y alumnos, y a elevar la calidad, muy deteriorada sobre todo en el nivel secundario.
 
De acuerdo al Censo Educativo 2017, de los 350 mil alumnos que empiezan el secundario solo termina 170 mil: el 43%. El nivel también es preocupante. Las últimas pruebas Aprender 2016 arrojaron que el 68% de los alumnos bonaerenses del nivel secundario no saben resolver operaciones básicas de matemática. En Lengua, el 54% presenta dificultades para comprender un texto.
 
La situación de los adultos también se sigue de cerca. 2,5 millones de bonaerenses mayores de 18 años no completaron la primaria, mientras que 1,6 millones no finalizó la secundaria. Para ellos, buscan promover formación en oficios que les brinde salida laboral.
 
La otra -y principal- batalla con los gremios son los salarios. Hoy el sueldo inicial para un maestro de grado con un solo cargo, para una jornada de 4 horas, es de $12.500, aunque el 63% cobra más de $20.000 porque enseñan en más de un colegio o hacen doble turno. La mitad de los maestros trabaja 20 horas o más en la semana.
 
La primera propuesta de aumento, de 15% en tres tramos sin cláusula gatillo, que llevaría el salario promedio a $28.357, fue rechazada y calificada como "disparatada y absurda". La semana que viene se anunciará una nueva convocatoria.
 El 67% de los docentes bonaerenses pidió al menos una licencia el año pasado