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El gol del campeón de México '86: la corrida de Burruchaga en las voces de los protagonistas Imprimir
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Viernes, 29 de Junio de 2018 08:30
Hace 32 años, Argentina venció 3 a 2 a Alemania y se consagró campeón por segunda vez en la historia de los Mundiales. El repaso por el último gol del Mundial, contado por el delantero argentino y Hans-Peter Briegel, el coloso defensor alemán, testigo privilegiado. Recordá lo mejor de la final en vídeo
 
Argentina campeón de México 1986 tiene fotos para resumir su gesta. Puede retratarse en imágenes icónicas, fundamentalmente en la secuencia de postales del mejor gol de la historia de los Mundiales y en la iconografía de la Mano de Dios, ambas jugadas protagonizadas por Diego Armando Maradona y secundada por futbolistas ingleses. Pero en la foto definitiva están Jorge Burruchaga, Hans-Peter Briegel y Harald Schumacher.
 
Los festejos en el estadio Azteca
 
El tercer gol de Argentina ante Alemania fue al minuto '83. Antes habían marcado José Brown y Jorge Valdano. Argentina ganaba 2 a 0 a falta de quince minutos para el final. Hasta ahí había recibido tres goles en seis partidos y nunca le habían convertido dos tantos. Pero, dos pelotas paradas que provocaron el insomnio y el posterior festejo mesurado del técnico argentino Carlos Bilardo decretaron el 2 a 2. En seis minutos, Karl Heinz Rummenigge y Rudi Völler estamparon el empate y despertaron la incertidumbre del desenlace de la final.
Burruchaga ya resolvió para sellar el 3 a 2 a favor de Argentina
 
Con los estímulos de haber igualado el partido, con la espíritu recuperado y la predominancia de la valentía por sobre la mesura, Alemania adelantó las líneas y fue en busca de la victoria. "Nuestra emoción por el empate nos perjudicó, nos enloquecimos", aseguró Rummenigge tras el partido. Años después, Franz Beckenbauer, técnico alemán, confesó las vicisitudes de aquella final en una entrevista a El Gráfico: "Argentina fue el mejor equipo del torneo y Maradona, el mejor jugador. Nosotros teníamos pocas chances antes de esa final, quizás un diez por ciento de posibilidades. Cuando perdíamos 2-0 hice cambios tácticos, puse un mediocampista y un goleador alto y cambió el partido, pero cometimos un nuevo error y no nos perdonaron".
La definición de Jorge Burruchaga, ante la salida demorada de Harald Schumacher y la llegada tardía de Hans-Peter Briegel
 
Hablaban sin nombrarlos. En el instante definitivo, la imagen une a Burruchaga, Briegel y Schumacher. Fue la intervención más brillante de Maradona en ese partido: un pase filoso, preciso, al vacío, que concentró la atención de tres jugadores rivales y liberó la carrera del delantero. Fue una jugada que precisó de cuatro segundos y cuatro toques: abrió y cerró con la sutilezas del botín diestro.
Valdano define para ampliar la ventaja albiceleste
 
A 32 años de ese día y de esa final, el recuerdo de los protagonistas del último gol de México 1986. "Me ayudó muchísimo el buzo amarillo del arquero Schumacher para saber dónde estaba el arco. Ese color llamativo y que saliera con los pies para adelante fueron claves para marcar el gol más importante de mi carrera", dijo el autor del 3 a 2 en diálogo con Télam.
Tapa de El Gráfico con Maradona como protagonista estelar
 
Hans-Peter Briegel es el 2 que corre a Burruchaga: testigo indeleble del gol categórico del Mundial. Nunca va a llegar a interrumpir su corrida. Ni aunque vea mil veces la jugada. "Recuerdo permanentemente esa final, porque aquí antes de las Eurocopas y los Mundiales se muestra siempre la misma escena del partido: la de Burruchaga yéndose solo al arco y yo corriendo por detrás. El partido suele reducirse a eso, aunque fue un muy buen partido en general. Pero esta escena quedó y creo que me acompañará el resto de mi vida", lo dice y se ríe.
El 29 de junio de 1986 Diego Maradona levantó la Copa del Mundo (Getty)
 
Briegel era un atleta antes que un futbolista. Dueño de un físico portentoso y una estatura por encima de la media, fue un referente del nuevo fútbol. De juego versátil, condiciones técnicas dignas y un poderío físico temible, ganó la Eurocopa en 1980, fue subcampeón mundialista en 1982 y 1986. En su primer Mundial, en España '82, es célebre por una jugada aislada en el 4 a 1 de Alemania a Chile. En ese partido, Rodolfo Dubó quiso derribarlo con una patada artera. Briegel no se inmutó y siguió con su ritmo avasallador. Dubó rebotó. Rafael Gordillo, otro futbolista chileno, lo definió: "El que se le cruzaba en su camino, salía herido".
 
"En esa final jugué mi mejor partido para Alemania. Recibí en todas partes las mejores notas y me eligieron el mejor de la cancha, pero no sirve de nada cuando has perdido", reconoció a La Nación en 2016. Dijo, además, que nunca más volvió a ver esa final completa, que no se arrepiente de nada de ese partido, que no pudo haberle hecho penal a Burruchaga porque "estuvo siempre a dos metros" y que conserva dos camisetas argentinas de aquel partido sin saber de quiénes son. Confesó, a su vez, que en el vestuario alemán no hubo tristeza y que por la noche "festejaron". Formas de vivir el fútbol
 
Diego Maradona, con el trofeo y su mìstica
 
Fuente de archivo: @maxiiroldan