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Francia Campeón del Mundo: Le monde a sus pies Imprimir
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Domingo, 15 de Julio de 2018 15:07
Por Diego Macias 
 
Francia se consagró bicampeón del mundo al vencer 4-2 a Croacia en una final tremenda. Terminó invicto, fue eficaz y contó con grandes individualidades para llegar cumplir el sueño de levantar la Copa del Mundo. Salud, campeón.
 
Campeón más por los siete partidos que por la final. Campeón porque tiene una cabeza que piensa entre tanto vértigo. Campeón porque sin jugar bien, coloca a sus jugadores en posición de gol. Campeón porque tiene realidades y promesas en gran nivel. Campeón porque existe el VAR. Campeón porque aunque no perdieron actitud, tuvieron un rival que las piernas no les permitió mantener la intensidad todo el partido. Campeón porque hay que saber ganar sin jugar tan bien, hizo cuatro goles. Francia hizo historia en Moscú con un 4 a 2 a Croacia en una final que tuvo de todo.
 
Croacia salió a jugarlo con la pelota pero sin dejar espacios para que lo tomaran a contramano y la velocidad francesa los dejara pagando. Rakitic se metió como no había estado en la semifinal, Modric se retrasaba para arrancar el juego pero la pimienta la ponía Perisic, que le hacía doler la cabeza Pavard desbordándole como quería. Francia aguantó ese primer aluvión como pudo. Sin un Kanté pac man como en otros partidos, no le era fácil hasta que le dieron la pelota al conductor, al cerebro ése de Griezmann. Que la serenó, la cuidó y provocó-inventó un foul en la misma zona que fue el tiro libre con el que llegó el primer gol que le hicieron a Uruguay. Calcado fue el centro, calcado el salto de Varane aunque no llegó y Mandzukic, advertido de la jugada, se la llevó puesta mediéndolo en contra.
 
Sin hacer nada, Francia ganaba. Una señal estaba bien clara. Todas las pelotas áreas, en cualquiera de los arcos, terminaban siendo peligrosas. Y Croacia, sabiendo que físicamente no iban a poder sostener ese ritmo todo el partido, aceleró. Jugada preparada, con varios croatas que adrede esperan el tiro libre en offisde. Modric la sacó larga, el cabezazo hacia adentro terminó en un par de rebotes hasta que Perisic armó un jugadón con golazo incluido.
 
Sólo el VAR podría romper el esquema del partido. Con un equipo que tenía la pelota, se asociaba bien, intentaba abrir el juego por las bandas, meter diagonales contra otro que se cerraba, se defendía como podía soñando con una contra a mil por hora que no iba a llegar. Lo que llegó fue la jugada de la final, del campeonato. Esa que se discutirá eternamente. Y fue la mano de Perisic que no vio Pitana. Matuidi desvió apenas la pelota y a Perisic que estaba pegadito, le dio en la mano. ¿Alcanza para cobrar penal? Sí. ¿Podría haberlo no cobrado? También. Su primera intención fue esa y en la consulta al VAR dudó tanto… Griezmann no falló y parecía un mazazo para Croacia. Mazazo que no se sintió hasta que Francia no resolviera de contra el planteo que le había hecho Modric y compañía. Porque los croatas siguieron con vida hasta que Pogba, entre mil rebotes, la clavó al ángulo. Al toque, Subasic le regaló el palo a Mbappé y el pibe se dio el gusto de meter un gol en la final.
 
Sólo la burrada de Lloris (los croatas, recuerden blooper Caballero, son expertos en aprovecharse) le devolvió al partido cierta emoción. La Croacia de los milagros iría por el que ya no le daba la vida conseguir.
 
El campeón es Francia y en el balance se lo merece. Como también se lo hubiese merecido Croacia. El nivel técnico e individual del equipo de Deschamps terminó abriendo una final que estaba complicada. Un campeón de siete partidos.