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Luego de que el Ejecutivo que encabeza Javier Reynoso activara la cláusula gatillo y subiera un 1% el sueldo municipal en julio sumado a que activó un adelanto del salario a los trabajadores públicos de la gestión local para que aprovecharan la promoción del Banco Provincia en supermercados, desde el bloque opositor le marcaron la cancha al oficialismo

 

En noviembre del año pasado nos opusimos al 15% de aumento a los empleados municipales por considerarlo totalmente insuficiente. Nosotros propusimos que se tomara como “piso” un 20% de aumento, y a partir de allí, sí se contemplara una cláusula “gatillo” que evaluara trimestralmente el desarrollo del proceso inflacionario y que ajustara, de esa manera, automáticamente el sueldo de nuestros trabajadores. 

 

Una vez más, lamentablemente, nos dimos cuenta que teníamos razón porque recién en julio, el municipio actualiza en un 1% (uno por ciento) estirando la agonía de la ya instalada pérdida del poder adquisitivo de nuestros trabajadores municipales.

 

Resulta una tomada de pelo que el Municipio se autoasigne el rol de “cuidar” al empleado cuando desde la proyección presupuestaria del 2018 no les preocupó darle seguridad alguna. Hoy tenemos proyectada, siendo generosos, una inflación con un piso del 30% anual con un sueldo municipal que se incrementó a julio de este año en un 16% (15% pautado + 1% de la cláusula gatillo). Es irrisorio.

 

Este escenario se agrava mucho más si se tiene en cuenta que existen -en la categoría más baja- empleados que apenas ganan poco más de $8.000. Es decir que el aumento del 1% significará un impacto en su bolsillo de $80: ni para un paquete de yerba. 

 

Teniendo en cuenta este contexto y con un gobierno que ya ha salido a recalcular varias veces su propia proyección inflacionaria… ¿No sería coherente que con una expectativa de incrementos de precios alrededor del 30%, el Municipio se encargue de “cuidar” a empleado municipal aplicando una actualización del salario general de una y no ir dando migajas?

 

Incluso la propia gestión local -tácitamente- reconoce lo angustiante de la situación cuando anuncia el adelanto de $ 3.000 para que los municipales aprovechen los descuentos del Banco Provincia. ¿No es acaso contradictorio?.

 

Pensamos esto porque el gradualismo atrasado se ve, a las claras, que no funciona y las tarifas de luz, la canasta básica y el combustible (sólo por citar tres casos) suben bajo el ritmo del “shock” o, para ser más gráficos, por un ascensor. Es hora de que a nuestros trabajadores les toque la misma suerte.