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Este sábado llega a América... Domenico Enjuiciado Imprimir
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Viernes, 14 de Septiembre de 2018 19:12
La puesta en escena con entrada "a la gorra" será en el Galpón de la Comunitaria, en calle América 30, desde las 21:00 horas. Contará con la actuación de Esteban Parola y la dirección de Alan Robinson.  Un espectáculo de humor para todo público sobre la justicia y la locura en homenaje al circo criollo 
 
Sinopsis.
 
Doménico es un payaso anciano que se dedica a animar fiestas infantiles, porque ya no consigue trabajo en el circo. Está acusado de haber arruinado un
cumpleaños infantil.
 
El juez quiere declararlo incapaz y encerrarlo en un hospital psiquiátrico. Doménico para conservar su libertad intentará llegar al corazón del juez y el
público con chistes, recuerdos y canciones para que “se haga justicia”. 
 
Ficha tecnica
Actúa. Esteban Parola
Dramaturgia. Alan Robinson.
Esteban Parola.
Dirección. Alan Robinson.
Asistencia. Camila Marchesini
Diseño gráfico. Renata Cymlich -Nomade diseño
Diseño de vestuario. Carolina Pofcher.
Banda sonora. Santiago Barceló.
 
 
 
Poética sobre la obra.
 
Doménico, un viejo payaso de circo que subsiste animando fiestas infantiles, es acusado de arruinar un cumpleaños infantil. Entonces tendrá que realizar su propia defensa ante el juez para mantener su libertad.
 
Desde chico aprendió a vivir en el circo y se fue transformando en un payaso. Su oficio se volvió su vida. Pero el circo quebró y tuvo que empezar a animar fiestas infantiles para subsistir.
 
La alta exigencia de las fiestas infantiles sumada a su avanzada edad hicieron que cometiera un error imperdonable: en una fiesta se comió un pedazo de la torta antes de soplar las velitas y repartir la torta. Cuando los niños descubren la responsabilidad de Doménico, el escándalo toma la fiesta y Doménico es llevado a juicio oral, en el cual deberá comparecer y defenderse ante el jurado. Está acusado de ser un psicópata peligroso y el
juez quiere condenarlo a terminar sus días en un hospital psiquiátrico en el pabellón de máxima seguridad.
 
“Doménico enjuiciado” es un unipersonal sobre la locura, el circo y la justicia. El texto procede mediante una interlocución del personaje Doménico con espectadores a los que se les atribuye condición ficcional. Habrá tres personajes interlocutores a saber: el juez, el jurado y el espectador.
 
Doménico es un payaso solitario, un exiliado del circo, el cual representaba su territorio y nacionalidad. La identidad de Doménico es la del payaso, dado que sus condiciones de vida hicieron que la actuación dejara de ser su oficio y profesión y se transformara en payaso.
 
No trabaja de payaso, sino que es un payaso. No tiene jubilación y anima las fiestas infantiles para conseguir dinero, porque luego de que el circo cerrar quedó excluido de su comunidad. Los cirqueros, no son en el caso del texto personas que trabajan en el circo, sino una cultura nómade, una comunidad que se define en un territorio delimitado por la carpa y los vínculos artísticos que se establecen entre las familias que integran la tribu cirquera.
 
Doménico enfrenta un conflicto: trabajar animando fiestas infantiles a sus 78 años. No tiene opción debido a que vivió toda un vida viajando en el circo en el cual no hay universidad, no hay impuestos y no hay que ir a votar.
 
Debe aprender a convivir con personas ajenas a su idea de persona.
 
Los otros no lo entienden, pero Doménico tampoco los entiende a ellos. Por este motivo debe enfrentar un juicio en el cual se lo va a declarar como enfermo mental, como un psicópata peligroso, solo por el hecho de no compartir el código que hace que las personas nos podamos comprender. Ignora y no tiene conciencia de la gravedad y seriedad de la situación en la que se encuentra, por eso hace chistes y le habla a un juez como quien le habla a un amigo. No puede adaptarse al contexto del juicio, porque tampoco pudo adaptarse al contexto de la fiesta infantil.
 
Sin bien no comprende, porque no es consciente, percibe el peligro, está alerta con un instinto animal. Sabe que “algo anda mal”, lo olfatea, lo percibe en los rostros y en los gestos. Pero no entiende que es lo que anda mal. El futuro de Doménico está en peligro, porque el manicomio es el peor castigo que el payaso puede recibir. Peor aun que la cárcel, porque en el manicomio no hay posibilidad de hacer reír a nadie, porque solo hay cuerpo medicados, cadáveres vivientes.
 
La reacción a lo largo de Doménico será defenderse de distintas formas, de la acusación. No puede mantener el hilo conductor de su defensa por lo cual cambiará de temas y tendrá una “muletilla” que funcionará como “remate” cada vez que descubra que se fue de tema dirá “Está bien, me callo”. El silencio es la única opción de interacción real, dado que el jurado, el juez, y los espectadores no son cirqueros como el y no hablan el mismo idioma.
La defensa y los desvíos de Doménico, es además la posibilidad de pintar el diverso paisaje cultural de la Argentina, por lo cual los recuerdos de Doménico se vuelven necesarios para la creación de todas las imágenes de la obra. Doménico se aferra a sus recuerdos del circo, a los pueblos, al público, a la experiencia y al aprendizaje que significó para el vivir en el circo.
 
Durante toda su defensa Doménico realizará un recorrido y una revisión de su propia vida, descubriendo que desde niño aprendió a encontrarle sentido a la existencia en hacer reír a los demás. “Doménico enjuiciado”, es un título que apela a un refrán popular, dejándolo inconcluso para que el lector pueda sacar sus propias conclusiones sobre los motivos por los cuales creemos necesario hoy hablar de la pobreza, la locura, la justicia y el circo. 

Este sábado llega a América... Domenico Enjuiciado