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Ambas ideas eran promovidas por dirigentes de Cambiemos. Pero el Presidente quiere elecciones unificadas

 

Fueron pensadas como estrategias tendientes a potenciar las posibilidades electorales de Cambiemos. Un menú que contemplaba desde la eliminación de las Primarias hasta el adelantamiento de los comicios en la provincia de Buenos Aires pero que, al parecer, no fue del gusto del Presidente.

 

Esas ideas que sobrevolaron el firmamento oficial en las últimas semanas y que generaron recelos internos en el propio macrismo, ahora habrían quedado sepultadas por orden del propio Presidente. Mauricio Macri le habría bajado el pulgar a esas dos movidas surgidas, casualmente, de dirigentes bonaerenses que las acercaron a la Casa Rosada. Ambas fueron analizadas, pero finalmente no pasaron el filtro oficial.

 

¿Es una postura definitiva? Todo indica que sí, aunque algunas fuentes dejan abierta alguna puerta al eventual adelantamiento de la elección bonaerense, aunque hoy parezca una idea desechada.

 

Por estas horas en el gobierno nacional se da por clausurada la discusión abierta en torno de los dos temas.

 

Respecto de la eliminación de las elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO), la propuesta fue acercada por el intendente de Vicente López, Jorge Macri.

 

La idea del primo del Presidente era acorralar al peronismo con esta movida, ya que no le permitiría dirimir diferencias en las urnas tal como está planteando, por caso, el Peronismo Federal para resolver su candidato presidencial.

 

Esa movida escondía otro propósito: evitar las internas en el propio oficialismo. Varios dirigentes de Cambiemos pretenden abrir el juego para contener a distintos sectores partidarios y la premisa central es permitirles participación en las Paso. Varios intendentes -no sólo Jorge Macri- buscan evitar que se les abran frentes de batalla en sus distritos.

 

El debate había generado advertencias en público y en privado. Incluso, algunos dirigentes amenazaban con dejar el armado oficial si se avanzaba en la idea de coartar la participación interna.

 

Los impulsores de la eliminación de las Paso mencionaban otro “beneficio”: el ahorro de unos 6 mil millones de pesos que cuesta la organización de esos comicios. Pero, como se dijo, el Presidente le terminó bajando el pulgar.

 

La otra alternativa en danza que se habría desechado tiene que ver con el adelantamiento de las elecciones en la provincia de Buenos Aires, una potestad en manos de la gobernadora María Eugenia Vidal.

 

El impulsor de esta movida fue el diputado nacional Emilio Monzó. Cerca del presidente de la Cámara baja explicaban que de esa forma se garantizaba la reelección de Vidal “porque el peronismo no tiene candidato en la Provincia”.

 

Se añadía un supuesto beneficio adicional: la eventual victoria anticipada del oficialismo iba a terminar empujando a la candidatura presidencial de Macri.

 

Cuentan que Monzó habló del tema con las principales espadas políticas de Vidal en las últimas semanas, pero finalmente el intento fue frenado en la Casa Rosada.

 

En el pináculo del poder nacional dicen que el Presidente quiere que las elecciones se celebren el mismo día tanto en la Nación, la Provincia como en la ciudad de Buenos Aires. Señalan que de esa forma se fortalecerá su candidatura.

 

De esta forma, el oficialismo descartó cambios en el sistema electoral y avanzaría con la idea de las elecciones unificadas. Acaso de esta decisión se hable en las próximas horas durante un encuentro que prepara Cambiemos en capital federal.

 

Sin cambios

 

La decisión de no eliminar las Paso ni avalar un adelantamiento de las elecciones en la Provincia implica mantener sin cambios el cronograma electoral. Macri le bajó el pulgar a ambas inciativas surgidas en los últimos días en sectores del propio oficialismo.