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"No siento la presión, estas cosas me motivan" Imprimir
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Miércoles, 14 de Noviembre de 2018 19:31
Andrés Cunha, el que dirigirá el River-Boca, y una de sus frases de cabecera. Amigo de Pitana, pro VAR... ¿Quién es este uruguayo?
 
"Al principio arbitrar es muy difícil: es como cuando aprendés a manejar y no sabés cómo vas a hacer con todo. Mis primeros cinco partidos fueron un desastre. Me acuerdo de que los asistentes me gritaban desde la línea que volviera al medio de la cancha, porque corriendo y mirando las jugadas me iba yendo cada vez más para afuera de la banda". Es una anécdota que contaba con una sonrisa Andrés Cunha, el uruguayo que será el juez del partido más importante de la historia del fútbol argentino. Le toca River-Boca, ya dirigió al Xeneize en el 1-1 de vuelta en Belo Horizonte (cuartos de final), cuando le anuló un gol a los locales por VAR en el PT; ya también a River con Gremio, cuando le sancionó el penal salvador del Pity por mano.
 
Ex jugador de Cerro, jugaba como volante creativo por derecha. No dejó una importante huella en el fútbol y se dirigió al arbitraje, en el que debutó en Primera en 2011."Somos amigos con Pitana, estuvimos mucho tiempo en el Mundial. Fue muy emocionante cuando lo designaron para la final", contó post Mundial de Rusia, donde justamente fue el primer árbitro en utilizar el VAR, en Francia-Australia. Padre de tres hijos (dos nenas, un chico), cuenta que su mujer "sufre mucho y mira todos los partidos, es una experta, mira todo desde la perspectiva del árbitro; es educadora social y muchas veces me hace correciones", según explicaba en Radio del Sol de Uruguay.
 
Ahora se viene un partido de altísima presión, después de conducir como momento cumbre de su carrera una de las semifinales del Mundial. Y obviamente que no es tiempo de hablar, aunque hay frases suyas que marcan su carácter, a los 42 años: "No me presiona para nada. No me tiembla el pulso ni siento ningún tipo de presión. Las presiones se dan naturalmente y en la cancha, no hay ocultas. Lo de los jugadores los sentís en diálogos, a veces te dicen 'siempre nos cobrás en contra' pero queda ahí. Un árbitro tiene que saber que va a recibir presiones y convivir con eso, estuve en canchas repletas de América, como en el Morumbí o el Maracaná, y nunca sentí presión. A mí esas cosas me motivan".
 
Es un amante del VAR y de su funcionamiento, cree que desde que dirige esa tecnología fue la gran revolución. "Hay que tener la cabeza abierta para ir a ver la imagen y reconocer que se ve lo que uno no había visto antes. Parte de la cualidad de un árbitro moderno es adaptarte a la nueva época. Y cobrar en consecuencia. Tenemos 33 cámaras, uno se acerca y empieza a pedir distintas perspectivas para tomar la decisión. Los asistentes del VAR pueden avisarte sobre una jugada dudosa y a su vez uno puede pedir asistencia si tiene dudas; generalmente cuando me avisan comparto lo que vieron ellos". Y sobre aquel partido polémico en el que Lanús eliminó a River y él manejaba el VAR (no se usó para una mano que era penal cuando estaban 2-0), se defiende explicando que "hay una gran ignorancia. Yo por un tema de ética y que no puedo hablar del colega (Wilmar Roldán, quien dirigió), no te puedo comentar lo que pasó y los diálogos que tuvimos por parte mía en la cabina. Hay muchas cosas que se hablan y que la gente no sabe, y eso genera o no la intervención del VAR".
 
A diferencia de lo que sucede con los árbitros en Europa, cree que para los sudamericanos es difícil sólo vivir de esta profesión. Y explica que "trabajar lo hago pocas horas porque me dedico a esto, pero lo hago cinco horas de lunes a viernes en la empresa que tengo con mi hermana y mi padre, de repartición de bebidas. Voy a un gimnasia dos veces por semana y también me entreno con los árbitros".
 
No tiene Facebook desde 2012 por los insultos que recibía, aunque sí mantiene en privado su cuenta de Twitter. Dice que trata de estar muy atentos a los medios. Es Andrés Cunha, el uruguayo que curzará el charco para el partido de su vida, en el año de su vida después de dirigir en Rusia. Y deja en claro que no le pesa la presión.