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Lo condenaron a 15 años y 8 meses de prisión por violar a su hijastra en la casa donde convivían en el Barrio Itatí Imprimir
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Martes, 27 de Noviembre de 2018 14:05
La pena fue aplicada por el Tribunal Oral Criminal N° 1 de Trenque Lauquen. Recayó sobre Fabián Francisco García. Los violentos hechos sexuales ocurrieron cuando la nena tenía entre los 12 y 15 años de edad. Producto de los ataques nació una beba
 
El Tribunal Oral Criminal N° 1 de Trenque Lauquen condenó a la pena de 15 años y 8 meses de prisión a Fabián Francisco García por considerarlo responsable del delito de abuso sexual con acceso carnal reiterado contra su hijastra menor de edad a quien dejó embarazada cuando vivían bajo el mismo techo en una casa del Barrio Itatí.
 
Los jueces Marcelo Centeno, Mauro Rodríguez y Graciela Maruccio dieron por probado que García, de 45 años, violó a la menor aprovechándose que estaba bajo su cuidado por lo que al firmar la sentencia también ordenó la inmediata detención en su domicilio de la ciudad de Las Heras, provincia de Mendoza, a donde sorpresivamente se había mudado cuando la investigación en su contra prosperaba.
 
En el debate oral, donde el acusador fue el fiscal Walter Vicente, se pudo establecer que entre el año 2000 y hasta julio de 2013, Fabián Francisco García abusó sexualmente en forma reiterada de la hija de su pareja, con la que convivía en una vivienda de calle Marconi nº 1108 de Trenque Lauquen.
 
Durante el primer tiempo y hasta que la niña cumplió 12 ó 13 años, los abusos consistieron en tocamientos en la zona genital y pechos de la menor, aunque ya a esa edad fue obligada a mantener relaciones sexuales en el interior de la casa, en el galpón y, en ocasiones, en sitios descampados en el interior del auto de García.
 
Producto de estos abusos, el 11 de abril del año 2011, cuando la víctima tenía 15 años, nació una bebé. García había pretendido que la niña abortara, pero no funcionó. La llevó a la fuerza a un curandero, le dieron pastillas y té de ruda pero el embarazo no se detuvo.
 
LA CASA ERA UN INFIERNO
 
Durante un largo tiempo, el abusador usó su fuerza y manipuló a la menor mediante intimidaciones y amenazas. Mientras tanto, la niña comenzó a encerrarse en sí misma por la vergüenza que sentía y fue invadida por momentos de angustia y llanto que reprimió para no quedar expuesta por temor a las represalias de su padrastro. Poco a poco se fue alejando de sus amigos y su padrastro incluso hasta le controló las salidas.
 
García la torturó psicológicamente: cuando la nena se negaba a mantener relaciones sexuales incestuosas, la hacía lavar y planchar la ropa durante la madrugada, sabiendo que a las 7 de la mañana tenía que ir a la escuela.
 
Pero en julio de 2013 la joven se fue de su casa. Aturdida por su pasado, tuvo el coraje de enfrentar la situación y se lo comentó a su actual pareja con quien ya estaba de novio en ese momento.  Fue justamente el joven quien la contuvo, la ayudó a salir de ese ambiente y la acompañó en todo lo que necesitó para hacer la denuncia y desandar el doloroso camino de la investigación y el juicio.
 
Antes de irse de su casa, le contó a su madre lo que estaba pasando. Le dijo de los abusos de su padrastro y le detalló cómo y dónde se concretaban. En la causa consta que la madre la miró, hizo silencio y le dijo: “te acostaste con mi marido”. Ese mismo día se fue a vivir con una tía a la localidad de Beruti, quien también la ayudó y la alentó a iniciar la denuncia penal.
 
“LAS NENAS”… UNA OBSESIÓN
 
A lo largo del debate oral, en la sala del Tribunal, quedó evidenciado que después de formulada la denuncia penal, García andaba por la vida como si fuera un “cazador en busca de su presa”, procurando acercarse y conquistar a otras menores de edad con deseos claros de mantener un vínculo amoroso para satisfacer sus deseos sexuales.
 
Incluso hasta se animó a insistir con la prima de la hijastra: le enviaba mensajes a su celular diciéndole que la quería encontrar, que vaya sola, que estaba separado de su mujer, llegándola a citar varias veces a la vuelta de la casa. También le escribió que quería que le presentara una amiga suya, que tenía muchas cosas para enseñarles (en términos sexuales).
 
UNA INFANCIA INTERRUMPIDA
 
En el fallo, los jueces Centeno, Rodríguez y Maruccio dictaminaron que la víctima inexorablemente vio interrumpida su infancia. “Era una pequeña niña que en los comienzos de la escolaridad comenzó a sufrir los abusos sexuales que terminaron epilogando un embarazo de su agresor sexual en su adolescencia”, concluyeron en base a pruebas y testimonios para condenar a Fabián Francisco García por el delito de abuso sexual simple agravado y en concurso real con abuso sexual con acceso carnal agravado reiterado.
 
Lo condenaron a 15 años y 8 meses de prisión por violar a su hijastra en la casa donde convivían en el Barrio Itatí