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Gral. Pico: Sufrió un violento asalto y lo cuenta: “Fue impresionante el dolor, sentir el retumbe de los cañazos en la cabeza, la verdad me salve de milagro” Imprimir
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Viernes, 30 de Noviembre de 2018 09:01
Santiago sufrió un brutal asalto el pasado 23 de octubre cuando se encontraba en su departamento del barrio Carlos Berg. Los delincuentes lo golpearon hasta dejarlo moribundo y se llevaron su dinero. Lo peor de todo es que uno de ellos era un íntimo amigo, quien lo entregó y también participó de la salvaje golpiza.
 
“Alrededor de las 5 de la mañana una persona que se hacía pasar por mi amigo, que ahora pasado el tiempo me doy cuenta de eso, me golpea la puerta y abro. De inmediato recibo un fierrazo en la cabeza de parte de esta persona que decía ser mi amigo, luego entran tres más atrás de él y cierran la puerta. Luego comienzan a pegar hasta que me hacen bajar al piso y me reducen”, relata el joven a infopico.com.
 
“Nunca dejaron de pegarme, los cuatro, me daban patadas en el piso, trompadas y dos me pegaban con caños de gas. Además uno tenía un cuchillo y como no me podían reducir fácilmente se pusieron nerviosos, porque me pegaban en la cabeza y no me podían desmayar, entonces ya estando en el piso uno empezó a cortarme, jugaban conmigo, se ensañaron porque tampoco es que me hablaban o me preguntaban dónde estaba la plata. Yo les pedía que no me pegaran más, que me iban matar, pero seguía una de las personas cortándome la cabeza y en un brazo, porque lo puse para atajarme. Me pisaron todo, me quebraron un dedo de la mano”, contó.
 
“Cuando yo vi que ya estaba muy mal, pensaba que peligraba mi vida y que podía morir, empecé a gritar fuerte a ver si algún vecino se daba cuenta y ahí ellos paran un poco. Ahí les dije que la única plata que tenía estaba en una bolsa detrás de un mueble, que no era mucho, eran 4 o 5 mil pesos –siguió-. Estaban tan pasados por cocaína y alcohol que no entendían, me preguntaron dos veces que mueble era y yo como podía, porque estaba boca abajo y me pisaban la cabeza, les señalé que mueble era”.
 
Posteriormente “ellos agarraron la bolsa con la plata y se fueron. Yo logré levantarme medio moribundo, revise la casa por miedo a que se hubiera quedado alguno de ellos, empecé a revisar los cajones que abrieron, los lugares exactos en los que buscaron, que los conocía solo mi supuesto amigo y nadie más. Luego pedí ayuda por la ventana, nadie respondió, así que agarre un palo que tenía por miedo que estuvieran afuera, salí al patio y vi a tres policías que habían entrado al complejo, se ve que un vecino llamó gracias a Dios. Hubo poca diferencia, así que no los agarraron de ahí por poco”.
 
“La ambulancia vino enseguida y me trasladaron urgente. Llegué justo al hospital porque había perdido mucha sangre, principalmente de la cabeza. Estuve un día en el hospital., se portaron de primera, me curaron y cocieron enseguida, me trataron muy bien. Yo temblaba en estado de shock, sentí la muerte como nunca y eso que yo estuve en un accidente de tránsito donde perdí el vaso y tuve una hemorragia interna, pero como esto nunca. Fue impresionante el dolor, sentir el retumbe de los cañazos en la cabeza, la verdad me salve de milagro”, expresó.
 
En la misma jornada del hecho “antes del mediodía ya estaban todos detenidos, porque cuando ellos entraron los reconocí enseguida, porque tenían el rostro medio cubierto pero siempre usan la misma ropa, aparte uno por ejemplo le dicen ‘El Manco’ porque tiene un problema en una mano. Ellos tenían semicubierta las caras pero a través del movimiento de los forcejeos y golpes se les aflojó lo que tenían puesto. Ellos se pusieron más nerviosos cuando se dieron cuenta que los reconocí, porque uno era mi amigo y los otros los conocía de vista. Me pegaron para matarme cuando se dieron cuenta que sabía quiénes eran, yo creo que me dejaron pensando que me moría ahí, porque además se fueron a sus casas como si nada y cuando los agarraron estaban muy tranquilos, otro se hubieran ido a otro lado a esconderse”.
 
Reveló que “los daños físicos se van curando, pero existe ese daño psicológico que te queda, mas cuando esto vino de una persona que consideraba un amigo, quedé como en shock. Ahora salgo a la calle con miedo, paranoia, fobia. Yo me voy a ir de Pico justamente porque no me quiero cruzar con ningún amigo o familiar de él, miedo por mí y mi familia. Además, aunque vayan presos, en algún momento van a volver a caminar por acá y no los quiero volver a ver en mi vida”.
 
En cuanto a su recuperación, contó que “me hicieron tomografías en la cabeza y está todo bien. Fue una desgracia con suerte, porque por el ataque que sufrí pude terminar con secuelas y hasta ahora pasó más de un mes y no hay nada, salvo alguna cosa de la memoria, de olvidarme alguna cosa”.
La situación dolorosa y sorpresiva no solo fue para él, sino también para los seres queridos de su supuesto amigo, quienes “estaban todos medios consternados los familiares, los amigos también estaban preocupados por la situación pero también enojados con él, no podían creer que me hubiera hecho eso, porque todos sabían que éramos amigos, que yo le daba siempre una mano”.
 
Informó que actualmente los presuntos autores “están con preventiva y siguen presos, porque las pruebas son sobradas, los agarraron con las manos en la masa, porque dejaron huellas por todos lados, los agarraron con las cosas que me sacaron. La causa va bien, firme y esperemos por febrero o marzo vayamos a juicio”.
 
Comentó que decidió contar su historia a los medios para “un poco palear la angustia que uno siente cuando sufre un hecho de estas características. Uno tiene odio, pero eso hace mal por dentro, entonces necesito sacarlo. Además es bueno que la gente de Pico se entere las lacras que andan dando vuelta y que tengan cuidado. Estamos viviendo cosas que se parecen al conurbano bonaerense, Pico ya no es lo que era, me crié acá y me cuesta creer en lo que se convirtió la ciudad. Igual esto no es solo de acá, en Santa Rosa también están pasando cosas muy graves”.
 
Sobre los asaltantes dijo que “son personas que no viven en la miseria, que tienen sus casas, son jóvenes, pero no laburan porque no quieren. Ellos quieren hacer la fácil, robar, no trabajar, vender drogas. Están dispuestos a cargarse con un muerto, la verdad que no los entiendo”
 
“Mi familia quedó mal, angustiada, pero a medida que la causa avance van a ir estando mejor. Ello tienen miedo, yo vivía solo, todo bien y de un día para el otro se encuentran con que me habían robado y estaba internado en un hospital. Ellos a mi supuesto amigo lo conocían, así que también tienen dolor por su traición, él fue el que hizo la inteligencia, el que organizó todo, el que me vendió”, insistió.
 
Santiago no encuentra justificación ni explicación para lo ocurrido, ya que si pensaban que tenía dinero podrían haber ido a encañonarme o algo así,  les hubiera dado todo. Hubo mucha saña en esto y no lo entiendo, yo nunca tuve problemas con el chico, lo trataba como a un hermano. A los otros los conocía de vista y nunca tuvo ningún contacto”.
 
Sostuvo que “la droga tiene un papel predominante en esto, están quemados de la cabeza estos chicos. Como uno de ellos no se animaba a hacer el robo lo incitaban para que siguiera tomando droga para agarrar ‘coraje”.
 
“Pensaron que como estaba por hacer un viaje tenía mucha plata guardada. De hecho esta persona se llevó un estuche de guitarra donde sabía que yo guardaba Euros, pero yo había cambiado el lugar donde lo guardaba”, finalizó.
 
Fuente: InfoPico
 
 
 
 
  Gral. Pico: Sufrió un violento asalto y lo cuenta: “Fue impresionante el dolor, sentir el retumbe de los cañazos en la cabeza, la verdad me salve de milagro”