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Messi, el implacable Imprimir
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Sábado, 08 de Diciembre de 2018 18:03
Por Sergio Stuart
 
Leo fue la figura en el derby catalán con dos golazos de tiro libre, una asistencia y la magia de su zurda. Ya es goleador de la Liga y se convirtió en el que más goles le anotó al Espanyol. Brillante.
 
El Espanyol ve a Messi y llora. En la historia al equipo blanquiazul le tocó tener el derby catalán contra el exitoso Barcelona, y encima con un zurdo que lleva la 10 y que cada vez que juega el clásico, la rompe. Este sábado no fue la excepción en el 4-0 para el equipo que sigue siendo puntero de la Liga.
 
De entrada Leo se mostró muy activo. Picando desde la mitad de cancha como 8, con sus slalom característicos, llegaba hasta casi el área pese a que las camisetas locales se iban sumando en su marca; hasta cuatro trataban de frenarlo. Así nació su gol de tiro libre, cuando lo bajaron a unos metros del área. La zurda mágica impactó la bola amarilla y la mandó al ángulo. Golazo.
 
No habían transcurrido diez minutos que Leo seguía haciendo de las suyas: una asistencia llegó a los pies de Dembele, que se vistió de Messi para -con derecha- clavarla en el mismo ángulo que la del tiro libre.
 
Messi casi hace el tercero, pero el palo se lo negó tras el cabezazo. Sí, en cambio, lo hizo Suárez, que volvía tras dos meses por una lesión de rodilla. Fue de caño a Diego López. El Espanyol se derrumbaba.
 
Los bríos le duraron poco al equipo que necesitaba descontar. El Barca seguía dominando y Messi, descosiéndola. En una contra de Dembelé le quedó a Leo, que se lo perdió de derecha frente al arquero, pero cuando le hicieron un foal a Suárez cerca del área...
 
El tiro libre, a 27 metros, se pareció al del 1-0 pero desde la izquierda. Messi miró fijo el arco y la volvió a clavar al ángulo, esta vez el derecho de López, que se mostraba desconsolado.
 
Al pobre Espanyol no le salió una, ni siquiera el descuento de Duarte, que el VAR se lo negó por offside, por una nariz, pero fuera de juego al fin. 
 
De blaugrana, fluo o rosa, como este sábado, Messi siempre se viste de villano contra el Espanyol. Tanto que se convirtió en el jugador que más goles le hizo, con 20 (compartía la terca con Isidro Lángara y Telmo Zarza). Y alcanzó a Stuani (Girona) en la tabla de goleadores.
 
Con Leo de figura, el Barsa sigue puntero. Mientras el Espanyol lo quiere... ver cada vez más lejos.

Messi, el implacable