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A 30 años de la muerte de Federico Moura: el cantante que rompió el molde Imprimir
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Viernes, 21 de Diciembre de 2018 16:01
Al frente de Virus, fue uno de los artistas que pateó el tablero de la escena del rock y el pop de los '80. Su influencia trascendió lo musical y sigue siendo una referencia estética para las nuevas generaciones. 
La década del '80 fue vertiginosa para el rock argentino. Hubo de todo, desde censura y represión hasta una explosión de libertad. Arrancó con reuniones y regresos de leyendas como Moris, y cerró con la exportación de talentos a toda Latinoamérica y la realización de festivales multitudinarios sin precedentes en el país. Prácticamente de una punta a otro de los años '80, el grupo Virus se anticipó a todo, propulsado por la visión de Federico Moura y una banda que luego de su muerte, ocurrida el 21 de diciembre de 1988, se animó a seguir su legado.
 
A pesar de conseguir fama y popularidad en una época de renovación generacional, Federico había sido testigo de los comienzos del rock local en los años '60. A los 19 vio en vivo a Almendra, Manal y Los Gatos, y hasta tuvo una banda en La Plata llamada Dulcemembriyo, que tocó en algunos festivales de la prehistoria y que en una segunda etapa contó con la colaboración del Indio Solari.
 
Federico, aunque muchos lo vieron en vivo recién a la par del ascenso de Soda Stereo, era ocho años mayor que Gustavo Cerati y en realidad tenía exactamente la misma edad que Charly García (nacieron el mismo día). En los años '70 pasó del hippismo local a vivir en Londres, Nueva York y Río de Janeiro, para respirar un clima de mayor libertad. Hasta probó suerte con un local de ropa en la Galería Jardín. Recién en 1980 volvió en forma definitiva al país, y se sumó al grupo que habían armado sus hermanos Marcelo y Julio junto al baterista Mario Serra y los hermanos Ricardo y Enrique Mugetti.
 
 
“El rock era medio chanta en esa época -decía- porque se pasaban por alto muchas cosas y todo se limitaba a un tipo tocando largos solos para demostrar su virtuosismo”.
 
Justamente por eso Virus hizo todo lo contrario: sus primeras canciones duraban menos de tres minutos y recorrían ritmos bailables de new-wave, punk y ska con una naturalidad increíble para una escena que aún abrazaba al rock progresivo, se escuchaba en butacas y tardaría unos dos años en actualizar su sonido. En un tema inédito de esos comienzos, Federico cantaba con acento inglés: “De los grupos argentinos no me importa un pepinou, aburridas sus canciones culpa de sus pretensiones”.
 
 
Federico Moura era ocho años mayor que Gustavo cerati. Sin embargo, compartieron codo a codo la escena que renovó el rock y el pop argentinos, durante los '80.
 
En vivo, Virus era capaz de innovar tanto que un famoso show en el Teatro Olimpia se trabajó con un concepto que hubiera puesto verde de envidia a David Byrne: una sucesión de cambios de vestuario sin abandonar jamás el escenario, con toda la ropa puesta una encima de la otra, como capas que se iban sacando a medida que avanzaba el show.
 
Esa noche entraron caminando entre la gente tocando con los recién importados micrófonos inalámbricos y vestidos con bolsas de consorcio negras, pero enseguida se las arrancaron y abajo tenían un disfraz de médicos... Y así, hasta quedar al final en pantaloncitos y remeras de fútbol, jugando un picadito.
 
Hasta aparecía el actor Jean-Francois Casanovas con una palangana “para lavar a las bandas chantas”, según explicaría Federico. “Estábamos todos vestidos de nylon y Jean-Francois, disfrazado de Violeta Rivas, le daba nylon a la gente para que se envolviera ¡Terminamos llenando de nylon el teatro y, a la salida, esparciendo nylon en varias cuadras a la redonda!”.
 
 
"De los grupos argentinos no me importa un pepinou, aburridas sus canciones culpa de sus pretensiones", cantaba Moura en un tema inédito. Lo cual no le impidió posar con contemporáneos como Miguel Mateos, Luis Alberto Spinetta, Alejandro Lerner, Charly García, León Gieco, Juan Carlos Baglietto, Gustavo Cerati.
 
Integralmente, Federico Moura tenía una visión artística que iba más allá de lo meramente musical, quizás porque había conocido en el extranjero la manera de trabajar de pintores, escenógrafos y vestuaristas de teatro. Aprendió que los detalles eran muy importantes, y por eso quiso hacer algo que expandiera las fronteras de una banda de rock. Virus ensayó muchísimo antes de su debut, y para sus grandes shows convocó a gente como Lorenzo Quinteros, Vivi Tellas y Pancho Luna.
 
Otro signo distintivo fue el trabajo con un letrista, toda una innovación en un medio donde se valorizaba más la figura del cantante que se encargaba de la letra y la música de sus temas. Federico convocó a Roberto Jacoby, un artista y publicitario que vivió al época de oro del Instituto DiTella, y juntos dieron forma a discos conceptuales, contestatarios y políticos, pero abordando los versos desde la metáfora inspirada, el humor inteligente y la ironía desenfadada, con una actitud confrontativa bien rockera. Muchas de sus letras tienen juegos de palabras o frases que parecen slogans, como “hay que salir del agujero interior, tirar la piña en otra dirección”; “a la vida hay que hacerle el amor, sin drama, con locura y pasión”; o “el cerebro hay que masajear”.
 
Federico vivía a fondo su curiosidad y su capacidad de descubrir experiencias.
 
Como alguna vez dijo su hermano Julio, volvió de Europa cargado de energía y canalizó toda esa información a través de la música, en un país donde ese camino era casi imposible de entender, y menos aún de aceptar. Tenía una mirada global y sería difícil separar a la persona del artista. Era minicioso, detallista y obsesivo, con un carácter fuerte. Algún familiar contó que se levantaba de pésimo humor y que era mejor no hablar con él durante la primera hora. Siempre estaba enfocado en los próximos pasos de su banda, desde que se despertaba hasta que se acostaba.
 
 
La visión artística de Federico Moura iba más allá de los estrictamente musical, y su presencia imponía una estética que se extendía a su entorno.
 
Nada fue fácil para Virus. El grupo sufrió la intolerancia del público y de la prensa. Fue resistido y rechazado como todo pionero que se precie de serlo. Pero después de dos discos que sólo fueron abrazados por fans “de culto”, lentamente comenzó a cosechar el fruto de tanto trabajo, e inició un camino hacia la masividad. Ya no era una rara avis del rock argentino, sino la punta de lanza de un sonido nuevo que estimulaba ondas más nuevas. En el boom del pop del '84-'86, Virus se ubicó en la cima, junto a Miguel Mateos/Zas y Soda Stereo.
 
De pronto, era capaz de llenar estadios y tener hits sonando sin parar en las radios FM y en las discotecas de Gran Buenos Aires. Y lo mejor fue que la banda lo logró sin renunciar a sus convicciones, colando un recuerdo a su hermano desaparecido en Ellos nos han separado o un canto a la masturbación del mismísimo James Joyce en la letra de Una luna de miel en la mano.
Al frente de Virus, Moura fue esencial para que el grupo se instalara en la cima del rock y el pop local, a mediados de los '80.
 
Poético o directo, Federico era tan agudo, inspirado y genial que creó una obra atemporal que hoy sigue siendo vigente y que bien vale la pena descubrir o redescubir.
 
 
 
Un creador en estado de homenaje permanente
 
Desde la muerte de Federico Moura, periódicamente hubo tributos en forma de conciertos, discos y películas. Algunos de ellos:
 
-25 de diciembre de 1988, en La Casona de Lanús. Allí, tan sólo cuatro días después de su muerte, Soda Stereo y Virus tocaron Wadu-Wadu juntos, en su honor.
 
-1989: presentación del álbum “Tierra del fuego” A siete meses de su muerte, el show en el teatro Coliseo contó con invitados como Luis Alberto Spinetta, Charly García, Gustavo Cerati, Andrés Calamaro, Fito Páez y Patricia Sosa.
 
 
-2004: Publicación del CD “Tomo lo que encuentro” Producido por Radio Universidad Nacional de La Plata, con diecinueve versiones de temas de la banda, a cargo de artistas como Estelares, Sergio Pángaro, Norma, Nerdkids, Francisco Bochatón y otros.
 
-2007: Lanzamiento del CD+DVD “Caja negra” Concierto de Virus grabado en vivo en el Coliseo junto a invitados como Adrián Dárgelos, Pity Alvarez, Ciro Pertusi y Ale Sergi.
 
-2011: 30 años de Wadu-Wadu Recital especial en el teatro Opera.
 
-2013: Documental “Imágenes paganas” Dirigido por Cucho Costantino.
 
-2015: Edición del CD “Treinta años de Locura” Grabado en vivo en el teatro Ópera.
 
-8 de junio de 2018: Festival Provincia Emergente En el estadio Único de La Plata, con Lali Espósito, Chano, Soledad, Angela Torres, Marcelo y Julio Moura, Ale Sergi y Juliana Gattas, David Lebón, Manuel Moretti, Walas, Leo García, Eruca Sativa, Louta, Guillermo Beresñak, Miss Bolivia y Pano Benincasa.
 
 
-2018: Viralisados lanza "Inolvidable Fede" La banda formada por el ex Virus Mario Serra y el sobrino de Federico graban el tema en su homenaje. 

A 30 años de la muerte de Federico Moura: el cantante que rompió el molde