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Villegas: Pacto de silencio para poner paños fríos a la internal Imprimir
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Viernes, 15 de Febrero de 2019 10:05
Campana y un grupo de radicales se reunieron ayer, a primera hora. Los participantes de ese encuentro hicieron un pacto de silencio y juramentaron que los temas allí tratados no saldrían del despacho del intendente. 
 
El intendente Eduardo Campana regresó de sus vacaciones y no encontró la casa en orden. Seguramente durante sus días de descanso recibió algunos mensajes de sus colaboradores avisándole que las tropas radicales se habían sublevado. O quizás entró a los portales de noticias locales para saber qué sucedía en su General Villegas y leyó titulares que le hicieron masticar bronca.
 
Fue al propio Juan José Tomaselli -presidente del Concejo Deliberante e intendente interino durante la ausencia de Campana- a quién no le tembló la voz para decir que las calles de General Villegas estaban llenas de basura y para pedir que rueden algunas cabezas -la del responsable de Servicios Urbanos en primer lugar-.
 
El que no tardó en contestar fue el secretario de Gobierno, Gabriel Mones Ruiz, representante del ala dura de la gestión, defensor a capa y espada del intendente Campana, un soldado capaz de enfrentar a cualquiera de la oposición (y puertas adentro también). Dijo que hay una mano negra que quiere ver mal a Villegas para poder sacar rédito político de eso, y acusó a Tomaselli de dejarse influenciar por cierto sector del radicalismo que quiere hacerse del poder a como de lugar.
 
Tan furioso estaba Mones Ruiz que ni siquiera le dispensó un “Buen día” de cortesía a Tomaselli, luego de que éste lanzara sus explosivas declaraciones. Entre los despachos del intendente (interino) y el del jefe de gabinete -que encima están pegados- la tensión se palpaba y el ambiente estaba irrespirable.
 
Lo cierto es que desde hace ya mucho tiempo el radicalismo de General Villegas está decidido a ocupar otro rol -más protagónico- dentro de Cambiemos. Algunos integrantes del Comité no dudan en candidatear a Juan José Tomaselli como intendente y Campana ha recibido el impacto del “fuego amigo” en reiteradas oportunidades: los concejales Esain, Laino, Cerrajería, García y el propio Tomaselli son los principales ejemplos.
 
Cuando Campana retomó sus funciones ayer, lo primero que hizo fue reunirse con representantes del Comité Radical. En dicha cumbre estuvieron Juan José Tomaselli, Gustavo Santillán, Marcelo Sotelo, Claudia Esain, Alicia Laino, Sebastián Cerrajería, Lorena Vuillermet, Ramiro Nonino y Lucas Orden.
 
Los radicales aprovecharon para poner sobre la mesa los temas que habían estado debatiendo el día anterior (en la noche del miércoles) y para dejar en claro cuál es el eje sobre el que gira este conflicto: la UCR se siente despreciada, “ninguneada”, a la hora de tomar decisiones o definir políticas. Los radicales están cansados de ser el convidado de piedra dentro de Cambiemos. Quieren protagonismo, quieren enterarse de lo que pasa en el Hospital, quieren saber qué pasa en Servicio Urbanos para que las calles estén tan sucias, quieren que escuchen sus propuestas. En definitiva, quieren tener voz y voto dentro de una gestión de la que son parte.
 
En este matrimonio -cada vez más forzado- cada integrante tiene sus armas: el PRO tiene la batuta, tiene (lo tuvo en el 2015 y en el 2017) el acompañamiento del voto de la gente y tiene el visto bueno por parte de la gobernadora Vidal; mientras que el radicalismo tiene historia y tiene el aparato político: la capacidad de movilizar “correligionarios” (no funcionarios) para fiscalizar todas las mesas del distrito.
 
Ambos se necesitan. No obstante, el jefe es Campana y la última palabra siempre la tiene el jefe.
 
Las conclusiones del cónclave son secretas porque las partes hicieron un pacto de silencio y se juramentaron no hacer públicos los temas allí tratados. Tanto Campana como el radicalismo saben que el asunto se está yendo de las manos y es necesario poner paños fríos y calmar los ímpetus. Nadie quiere romper con Cambiemos porque saben que es la única manera de ganarle a una oposición que está buscando unirse.
 
La idea es poder dirimir las internas en cuatro paredes y no debilitarse exponiendo debilidades puertas hacia afuera.
 
¿Podrá instaurar la calma el intendente? ¿Podrán conciliarse las partes? ¿O lo que se empezó a ver son las primeras grietas del resquebrajamiento definitivo de Cambiemos Villegas? Las semanas venideras lo dirán.
 
Fuente: Actualidad
 
Villegas: Pacto de silencio para poner paños fríos a la internal