Vendían carne podrida y la mejoraban con químicos cancerígenos Imprimir
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Martes, 21 de Mayo de 2019 10:05
La justicia federal ordenó allanamientos simultáneos e imputó a tres personas. Dos carnicerías fueron clausuradas.
 
Tres toneladas de carne en avanzado estado de descomposición fueron decomisadas el viernes pasado en nueve allanamientos realizados en carnicerías ubicadas en San Francisco, Córdoba y de Frontera, en Santa Fe. Los operativos fueron llevados adelante por orden de la fiscalía federal de San Francisco quien había recibido una datos con los que comenzó una investigación de oficio. 
 
Los procedimientos concretados por la Gendarmería Nacional, el Ministerio de Agricultura de la Provincia de Córdoba, Bromatología de la Municipalidad de San Francisco y el SENASA, tuvieron como resultado el secuestro de armas, celulares, vehículos y freezers con carne, químicos y otros elementos significativos para la causa. La justicia constató que para disimular el mal aspecto de la carne, se la roció con sulfito de sodio, una sustancia cancerígena.
 
El delito que se investiga es faenamiento clandestino, envenenamiento de alimentos y graves transgresiones a reglas de salud pública. “Como este clase de hechos afectan a mucha población, se trató de agilizar el tiempo en la investigación para que nadie se vaya a enfermar ni tener graves problemas de salud” expresó el Fiscal Federal de San Francisco, Luis María Viaut. 
 
Circuito ilegal
 
El dato aportado a la fiscalía señalaba a una cremería abandonada en la localidad cordobesa Colonia San Pedro, a donde se faenaban los animales que se compraban muertos. “Faenaban ahí incumpliendo las normas y lo más llamativo es que eran animales muertos en el campo, con estado de descomposición de hasta dos días.” expresó con preocupación el magistrado. Del campo los llevaban a un domicilio particular a donde “acondicionaban” la carne que luego vendían en carnicerías. Al parecer, cada animal era vendido entre 800 y mil pesos.
 
Por el momento hay tres personas imputadas aunque no hay detenidos. Los cabecillas de la organización serían dos hombres que tienen residencia en la ciudad santafecina de Frontera. Uno de ellos se encargaba de faenar animales muertos y son dueños de una chanchería.  
 Vendían carne podrida y la mejoraban con químicos cancerígenos