Por Juan Cruz Sanz

Los ministros del Interior y de Desarrollo Social son los postulantes con más chances de ser candidatos del Frente para la Victoria. La estrategia de Daniel Scioli y la posible vuelta de las candidaturas testimoniales

 

Enero de 2013. Tiempos de discusión política. De cara a las elecciones legislativas todavía las definiciones están lejos, pero la parrilla de candidatos empieza a llenarse de nombres. Sin muchas alternativas fuertes, el Frente para la Victoria analiza quiénes serán sus candidatos en la arena de la provincia de Buenos Aires. El ministro del Interior, Florencio Randazzo, y la ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner, son los más firmes postulantes a los números uno y dos del buzo oficialista.

 

En las últimas semanas, Randazzo levantó su perfil. Le marcó la cancha al gobernador bonaerense, Daniel Scioli, y busca posicionarse en la provincia como una de las alternativas más fuertes para tener la aceptación de Cristina. El primer lugar sería para Alicia Kirchner. Así, el apellido presidencial volvería a medirse en tierras complicadas. En la Casa Rosada aseguran que Alicia “no mide”, pero también afirman que no hay muchas opciones. Otras de las posibilidades  n es la de reflotar las “candidaturas testimoniales”. Lo concreto es que, de confirmarse estos dos nombres, es muy difícil pensar en dos ministros de primera línea sentados en una banca del Congreso Nacional.

 

El tercero que acompañaría esta dupla es el intendente de La Matanza, Fernando Espinoza. Hace pocas semanas, Espinoza dio a entender que dejaría la intendencia para asumir en un cargo nacional. La propuesta no se concretó pero el nombre del jefe político del distrito más importante del Conurbano quedó flotando en los papeles oficialistas. Espinoza es uno de los más entusiastas de una reforma constitucional que le permita a Cristina Kirchner otro mandato presidencial. Por lo pronto, el intendente de La Matanza largó su campaña propia de vía pública en la Ruta 11, camino a la Costa Atlántica, haciendo foco en la generación de 200 mil puestos de trabajo.

 

El 20 de enero, Alicia Kirchner reunirá a intendentes, cooperativistas y militantes de la agrupación Kolina en Coronel  Suárez. Ese será el primer puntapié para una eventual candidatura de la cuñada presidencial. Luego de la experiencia con Nacha Guevara, tampoco se espera que un tapado extranjero de la política juegue para el Gobierno.

 

Sin definiciones sobre lo que hará Daniel Scioli con el oficialismo, en La Plata sostienen que es imposible una ruptura con el kirchnerismo, al menos para 2013. Si eso no ocurre, Scioli ya dio algunas indicaciones. Entregará la lista de diputados nacionales y buscará conseguir más lugares en la de legisladores provinciales, la nómina que le interesa al hombre de La Ñata. Por las dudas, ante eventuales traiciones, Scioli ya estaría negociando con listas “opositoras” un arreglo de convivencia: que los diputados de esas listas sean funcionales a él en la recta final a 2015. Para eso, es clave la relación con el diputado nacional Francisco de Narváez, que ya participó de reuniones con Scioli y distintos dirigentes políticos. En diciembre, De Narváez participó de una reunión con Scioli, sus principales asesores y diputados nacionales, díscolos de la Rosada. La reunión fue en las oficinas de la sede porteña del Banco Provincia y, sorpresivamente, el que habló de la estrategia de Scioli fue De Narváez. El gobernador guardó silencio.

 

En la intimidad, Scioli asegura que no cederá a su mujer Karina Rabolini para que sea candidata del oficialismo y sostiene que él no volverá a ser testimonial.

 

En marzo, Balcarce 50 saldrá a medir candidatos. La regla es la de siempre: juega el que más mide.