Turismo Carretera: en un final de película, Agustín Canapino se consagró campeón Imprimir
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Domingo, 10 de Diciembre de 2017 14:31
El piloto de Arrecifes, en La Plata, largó en el 11° lugar y terminó 4°; se quedó con el campeonato por 0,25 puntos por encima de Ardusso
 
El autódromo Roberto Mouras se ofrece como escenario de desenlaces dramáticos, cargados de suspenso y adrenalina. Los héroes no se repiten, pero se visten con el ropaje de una misma marca: Chevrolet. Agustín Canapino coronó en la vuelta final de la última fecha del campeonato de Turismo Carretera una remontada a puro coraje, con manejo ajustado y maniobras al límite, sellos distinguidos de aquellos pilotos que enseñan voracidad por los títulos. El arrecifeño apiló rivales, escaló posiciones en un trazado de dibujo complejo para ensayar sobrepasos. Saltó desde el undécimo al cuarto puesto, superó a su principal oponente en la puja por el trofeo, el parejense Facundo Ardusso (Torino), pero también a otros seis adversario. La tarea fue una muestra de talento en la pista, pero también del trabajo de una estructura sólida, de jerarquía, que tiene a su padre Alberto como motor, estratego. Una combinación familiar que repitió el logro de 2010, cuando Agustín se convirtió en el campeón más joven de la historia del TC, con apenas 20 años.
 
Un año atrás, el giro final terminó con un escándalo, después de la temeraria maniobra que intentó Mariano Werner (Ford) sobre Matías Rossi (Chevrolet): el accidente provocó que el título cayera en manos de Guillermo Ortelli (Chevrolet). Esta vez, no hubo roce entre los principales candidatos, aunque el campeón se vio favorecido por el toque de Mauricio Lambiris (Ford) a Gastón Mazzacane (Chevrolet); el uruguayo fue sancionado con un pase y siga y él avanzó un puesto. Posiblemente, el único beneficio que recibió en un fin de semana que empezó torcido, después de un trompo y la quita del mejor tiempo de la primera clasificación, por excederse en el límite de la pista. Un error del que se repuso al día siguiente, aunque no lo llenaba: Canapino largaba detrás de Ardusso en la segunda serie. El avance sobre el Gurí Martínez (Ford) no se reflejó en la Copa de Oro, donde el santafecino lograba aumentar la ventaja al terminar 3ero.
 
Los sobrepasos de Canapino que valieron un título
 
La disparidad de los rendimientos de los autos de Canapino y Ardusso era lo que le provocaba esperanza al arrecifeño y cierta desazón en el líder del certamen. Mientras el Chevrolet era avasallante, al igual que en Comodoro Rivadavia, la fecha anterior, cuando del 8avo lugar saltó al segundo escalón del podio, el Torino no daba señales de estar a la altura de una definición de un campeonato. Se palpaba en los boxes: tranquilidad de un lado, nerviosismo en la escuadra rival. Y con ese semblante salieron a batirse en el episodio final.
 
Las posiciones finales de la Copa de Oro fueron las siguientes: 1) Agustín Canapino (Chevrolet), 216.5 puntos; 2) Facundo Ardusso (Torino), 216; 3) Luis José Di Palma (Torino), 190; 4) Gastón Mazzacane (Chevrolet), 185; y 6) Mauricio Lambiris (Ford), 157.
 
Canapino largó undécimo y atacó de entrada, al superar a Carlos Okulovich (Torino); fue por Ardusso (vuelta 4). Seis segundos y medio lo separaban de José Manuel Urcera (Chevrolet), a quien superó en el giro 14. Cuatro vueltas después, el turno de Josito Di Palma (Torino), quien le porfió la posición y provocó un toque. A cinco giros del desenlace, Lambiris penalizó y el arrecifeño dio cuenta de Leonel Ugalde (Ford). Le restaba escalar un puesto, pero quedaba un solo giro: con frialdad para calcular la maniobra y temperamento para atacar, terminó la labor frente a Alan Ruggiero (Torino). "Cuando pregunté cuánto me faltaba, mi papá tuvo la feliz idea de decirme que con un puesto más era campeón. Me costó, no sabía si me alcanzaba, pero tenía que ir para adelante. En mi vida nada fue fácil. Debía mantener la calma, dependía de un milagro. Parecía imposible, pero no lo dejaría de intentar. Todos los pilotos lo hacemos, pero fue un final de película, porque se dio en la última vuelta", señala Canapino, que en la zona de premiación celebró con los brazos extendidos sobre el auto, mientras recibía la aprobación de los fanáticos por la titánica tarea.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Agustin Canpino se consagró campeón del TC
 
"Facundo me felicitó, lo que demuestra cómo es como persona y como deportista. Él también se merecía el campeonato. Fue un privilegio y un honor competir con él. No tuvo el mejor auto y el nuestro fue muy bueno", dijo sobre su rival, que será también oponente en la definición del campeonato de Super TC2000, el próximo fin de semana, en Alta Gracia. A la nueva batalla llegará fortalecido anímicamente: hace una semana, también con otra remontada épica, se consagró en el Top Race V6. Ahora, en 11 años de trayectoria, suma 12 coronas. En 2017, logró 22 podios. Número que reflejan su presente.
 
Su padre es su mentor, el motor de sus conquistas. "Es todo, es un grande, no sé cuántos títulos ya ganó. Él me dio la posibilidad, yo le respondí en un momento especial de su vida. Es la primera vez que tenemos el presupuesto para ser un equipo de primer nivel", confesó, mientras Alberto, en su box, no contenía las lágrimas. "Agustín es un estudioso que trabaja para superarse, busca su evolución: sabe que es el modo para ser mejor. Para ganar este título se gastó mucho dinero, se invirtió para estar a la altura de una estructura como Torino, que tenía el apoyo de Renault", explicó Alberto, ganador de ocho coronas en TC con pilotos como Juan María Traverso, Ortelli, Silva, Fontana, Ledesma y las dos últimas con su hijo.
 
La fórmula Canapino volvió a dar muestra de su poderío. Ganó el título por apenas 0,25 puntos, la diferencia más exigua en la historia del TC, una categoría que siempre regala una definición de película.
 
 Turismo Carretera: en un final de película, Agustín Canapino se consagró campeón