Por José Cifre*

 

Y uno podría decir el arquero estuvo dubitativo, sin personalidad, sin vos de mando. Los defensores muy timoratos, marcando a la distancia, dándole mucho espacio al contrario para maniobrar...

 

...Los volantes no se hicieron cargo de manejar la pelota y crear ese fútbol que el equipo necesita.

 

Los delanteros se entregaron a sus marcas, poca movilidad y las poquitas que tuvieron definieron mal.

 

Perdimos por mucho más que eso:

 

Perdimos la oportunidad ante los ojos del mundo de organizar un espectáculo deportivo como se debe, no fuimos capaz de escoltar un Micro.

 

Perdimos la posibilidad de mostrar que el local reciba al visitante como corresponde, como caballeros ya que son adversarios y no enemigos.

 

Perdimos porque ni D’Onofrio ni Ponzio (capitán del local) se acercaron al vestuario visitante para ver cómo se encontraban sus colegas.

 

Perdimos porque para manejarse en la zona de vestuarios las autoridades del visitante, de la Conmebol o de FIFA tenían que ir escoltadas porque por ahí circulaba gente que nada tenía que hacer en ese lugar.

 

Porque D’Onofrio se perdió la oportunidad de manifestar desde un primer momento que lo ocurrido era una vergüenza y acataría la resolución de la Conmebol.

Porque Angelici se perdió la oportunidad de manifestar que si lo ocurrido en el 2015 había sido una injusticia, ellos no querían que se repitiera y si le daban el tiempo suficiente para que sus jugadores se recuperaran, ellos jugaban el partido como correspondía.

 

Porque nunca más desacertadas las declaraciones de Tevez y Benedetto diciendo que le den la copa a River (cuando vos llegas a ocupar cierto lugar, tenés que tener cuidado con lo que declaras). 

 

Aparecieron todas las miserias humanas tratando de sacar provecho de una situación muy poco agradable para el fútbol y para el país.

 

Porque hasta los que no somos ni de River ni de Boca queríamos y nos preparamos para ver una fiesta del fútbol y disfrutar del espectáculo.

 

Porque los periodistas de todos los medios nos presentaron el partido como el final de una vida para el que le tocara perder.

 

Cuestionando que si Boca perdía Guillermo ( que viene de ganar los últimos 2 campeonatos Argentinos) se tenía que ir, que si River perdía era Gallardo (ese personaje que ellos bautizaron como Napoleón y ha ganado varias copas) también se tenía que ir, imagínate los DT de los equipos que quedaron afuera en 1ra. Ronda no pueden dirigir nunca más.

 

Jamás los escuche decir, tranquilos es solo un resultado deportivo, tranquilos la vida continúa, tranquilos después del partido hay que seguir laburando, tranquilos sea cual sea el resultado hay una familia esperándote en tu casa, tranquilos tus hijos y tus nietos te esperan para que los disfrutes y ellos te disfruten a vos.

 

Más allá del resultado ni Boca ni River van a dejar de ser lo que han logrado ser hasta hoy.

 

Ya nada va ser igual:

 

Ninguna decisión que tomen las autoridades correspondiente (Conmebol, FIFA, TAS) nos dejará satisfecho como haber disfrutado del espectáculo que tanta adrenalina nos genera.

 

Porque con lo que se decida se sentará un precedente quizás poco favorable para el futuro del fútbol. Quizás a partir de ahora todos los dirigentes quieran salir volando al 1er escritorio que se les presente para sacar ventajas y mostrar sus miserias. 

 

Quienes somos amantes del arte del fútbol perdimos por goleada.

 

*Ex jugador y DT de Fútbol