Suben los verdes... Senegal 2 - Polonia 1 Imprimir
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Martes, 19 de Junio de 2018 15:07
Por Diego Macias
 
El triunfo de Senegal cotiza en dólares: venció por 2-1 a Polonia en su estreno y lidera el grupo H junto a Japón. 
 
Cada un senegalés, hay mil polacos. El estadio Spartak parece pintado de rojo para Polonia y el color domina la escena: La escena de la previa porque a la hora de darle a la pelotica, Senegal se metió en la historia ganándole 2 a 1 a un rival tan inexpresivo que fue capaz de meterse, casi, dos goles en contra para perder. Como los dólares en Argentina, los que jugaron con la camiseta verde cotizaron bien alto en este estreno mundialista. 
 
Los ojos, las cámaras, las camisetas… Todo gira alrededor de Lewandowski en esta selección cabeza de serie y en el ranking FIFA. Ranking que los resultados le están dando un baño de realidad tan grande como la decepción de ver tanto calor en las tribunas y tanta apatía dentro.
 
En la primera jugada del partido, Senegal marcó la cancha. Sacó del medio y metió un pelotazo largo tipo a cargar de rugby. Y Polonia, insólitamente sorprendida, no supo resolverlo y terminó dividiendo la pelota. Situación que repetiría una y otra vez. Senegal en su ritmo, con dos centrales gigantes (1,95 promedio) para frenar a Lewandowski, con las líneas juntas pero no tan retrasado. La receta: forzar el error polaco, frase que sonó mejor cuando se vio que la cantidad de errores no forzados iban a ser interminables. Y luego, darle la pelota Sadio Mane, para que del Liverpool pensara todo lo que no pensaban los demás.
 
Polonia tenía la pelota pero no sabía para qué y Senegal se empezó a animar. Y si bien el primer gol fue en contra, la jugada previa fue un resumen de la historia del día. Error en mitad de cancha polaco (lo soplaron a Piszczek y se cayó), avanzaron a un toque, la abrieron de izquierda a derecha para que saliera el remate de Gueye que se desviaría en Cionek. Pifia tras pifia, los polacos irían entregando el partido.
 
Sin fibra, sin intensidad, entraron en el juego senegalés, que los esperaron no muy retrasados. Y en “la” jugada del partido se daría el concierto de errores de todos. El árbitro permitió el reingreso de Niang viendo que la pelota la tenía controlada Polonia. Pero Krychowiak se la pasó corta a su arquero. El 1 salió desesperado y mal, calculó para pegarle en San Petersburgo pero estaba en Moscú. Niang siguió corriendo y corriendo y corriendo. Había que aprovechar el regalo.
 
Cinco minutos de vergüenza deportiva de Polonia no fueron suficientes. Apenas le dieron una poco de incertidumbre al resultado con ese buen cabezazo de Krychowiak para el descuento. Senegal se aferró a su aceptable arquero Ndiaye y ya no habría de qué preocuparse. Si Polonia no pateó al arco en todo el partido… La marca Rusia 2018 otra vez en el Spartak: la fiesta se la llevó el menos esperado.