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Acusado por el asesinato de Carla Figueroa, Marcelo Tomaselli dio su versión a los medios esta semana con una curiosa compañía. Una joven, que se presentó como “psicóloga” y “tanatóloga”, a la que un juez y un fiscal autorizaron a prestarle asistencia psicológica en su lugar de detención. No está matriculada ni tiene título que la habilite para ejercer esa profesión.

 

Psicólogos alertas

El juez de Control de General Pico, Diego Ambrogetti, y el fiscal Alejandro Gilardenghi, autorizaron a Selene Palavecino a prestar asistencia psicológica en su lugar de detención a Marcelo Javier Tomaselli, el homicida de Carla Figueroa, a pesar de que no está matriculada ni tiene títulos que la habiliten legalmente para el ejercicio de esa profesión.

 

Selene Palavecino hizo su aparición pública esta semana. Acompañó a Tomaselli, que rompió el silencio y concedió un reportaje impactante desde las celdas de la Comisaría Tercera de Pico. “La volvería a matar”, dijo. También mencionó, en forma insistente, la posibilidad de quitarse la vida. La entrevista se produjo justo antes de que la Justicia defina la condena que le corresponde.

 

Palavecino reveló a El Diario que el juez y el fiscal, luego de la gestión del abogado defensor Walter Vaccaro, permitieron que ella inicie un tratamiento psicológico hace dos meses. Contó que tuvo que presentar los títulos en los tribunales para que le diesen el visto bueno.

 

El criterio de los funcionarios judiciales puso en alerta, por lo menos, al Colegio de Psicólogos de la provincia. Dos matriculados llevaron la inquietud a la reunión de la Comisión Directiva del último miércoles.

 

Palavecino no está matriculada para ejercer la profesión en La Pampa. Además, según confirmó El Diario, se encuentra cursando sus estudios de Psicología Social en un centro privado de Capital Federal, aún no egreso.

 

De todos modos, la carrera de Psicología Social no tiene reconocimiento oficial y el Colegio de Psicólogos advierte inclusive que, si los egresados de esas carreras abren consultorios y atienden pacientes, ejercen en forma ilegal la profesión.

 

Según informaron en la secretaría del instituto privado porteño, Palavecino culminó el año pasado en el CENSI, Centro de Humanidades, un curso de Tanatología, de un año de duración, y de Neurolingüística, de cuatro meses. El centro privado no pide el secundario completo como condición para cursar los estudios superiores.

 

El Colegio de Psicólogos de la provincia abordó el tema, con preocupación, durante la reunión de la Comisión Directiva que se realizó el miércoles pasado. El colegio saldrá con una declaración pública en los próximos días y analiza presentar una queja en el Superior Tribunal de Justicia, según trascendió.

 

“Si me autorizaron, debe ser por algo”

 

Palavecino tiene 28 años y nació en General Pico. Según contó, hace cinco años que vive en Buenos Aires. Luego de la repercusión nacional del caso de Carla Figueroa (asesinada luego de que la Justicia otorgara el avenimiento para que se pudiese casar con su victimario, Tomaselli, a quian había denunciado por violación), Palavecino se interesó por saber si el imputado contaba con asistencia psicológica.

 

Como le respondieron que no, la mujer se contactó con el defensor del acusado, Walter Vaccaro, y éste gestionó su pedido ante el fiscal y el juez de Control del caso. A partir de la autorización de los funcionarios judiciales, en febrero comenzó a visitarlo en las celdas de la Seccional Tercera de Policía de Pico, donde permanece alojado.

 

“Soy tanatóloga, psicodramatista, programadora neurolingüística y psicóloga”, había asegurado en una entrevista del Diario La Reforma. Cuando le preguntaron la razón por la cual pidió asistir a Tomaselli, respondió: “Porque soy profesional y este es mi trabajo. Lo asisto como lo tendría que haber hecho cualquier profesional porque para eso estudiamos. Nosotros estudiamos para ayudar a la gente y no para juzgarla”.

 

La joven piquense atendió ayer la consulta telefónica de El Diario desde Buenos Aires, desde donde viaja en forma periódica a Pico o Santa Rosa.

 

- ¿Cuándo fue la última vez que habló con Tomaselli? -consultó El Diario.

- Hace dos días. Su estado emocional no es positivo.

 

- ¿Está realizando un tratamiento sicológico con usted?

- Sí. Desde febrero.

 

- ¿Es un tratamiento profesional?

- Sí.

 

- ¿Quién la autorizó a realizarlo?

- El juez y el fiscal. No es que lo empecé a asistir cuando yo quise. Presenté el título. Tuve que esperar la autorización.

 

- ¿Qué títulos presentó?

- Tanatóloga y programadora en neurolinguística.

 

- ¿Son títulos universitarios?

- Sí.

 

- ¿De qué Universidad?

- No te lo puedo decir. No tengo problema en mostrarlos personalmente, cuando vaya a Santa Rosa.

 

- ¿Por qué no me lo puede decir?

- Tuve un problema en Pico. Hay una persona que empezó a hablar de mi vida privada, cosa que me molestó bastante. Si no saben dónde estudié no pueden tener una calificación.

 

- Por eso le pregunto, para aclarar dónde estudió...

- Está bárbaro el trabajo de ustedes. No lo veo mal. Pero si a mí me autoriza un juez y un fiscal, debe ser por algo. Estudié en Buenos Aires. Mañana (por hoy) estoy en Santa Rosa si quieren ver el original.

 

- ¿Esos títulos la habilitan para hacer un tratamiento a una persona?

- Sí, sí...

 

- ¿Está matriculada en La Pampa?

- Sí... ¿Me podés llamar más tarde? Ahora estoy trabajando.

 

Una hora después, El Diario retomó el diálogo telefónico con Palavecino.

 

- ¿Está matriculada en La Pampa? -insistió El Diario.

- No.

 

- Hoy me había dicho que sí.

- Comunicate con el doctor (Walter) Vaccaro. No tengo ningún problema. Comunicate con él, te va a explicar cuál es mi trabajo.

 

- Pero sobre su trabajo le pregunto a usted.

- Yo solamente lo asisto. No hago otra cosa.

 

- ¿Con qué asiduidad lo trata?

- Se lo puedo decir personalmente eso. Lo haré personalmente.

 

Los títulos

 

El Diario confirmó ayer que Selene Palavecino estudia actualmente en una institución privada en Capital Federal. Es el CENSI, Centro de Humanidades, dirigido por Lía Wolfus (psicóloga social y psicodramatista) que desde 2002 dicta clases de Psicología Social en el barrio de Caballito.

 

Según promociona su página Web, el Centro en 2005 abrió una nueva sede en el barrio de Belgrano e incorporó nuevas disciplinas, como los cursos de Programación Neurolingüística, Reiki USUI Tradicional y Tanatología - Eroslogía.

 

En la secretaría de la institución, ante la consulta de El Diario, confirmaron que Palavecino cursa la carrera de Sicología Social en ese centro, aunque aún no culminó sus estudios. Por otra parte, se informó que sí completó el año pasado los cursos de Tanatología, de un año de duración y una clase por semana, y Neurolingüística, de cuatro meses y una clase por semana. Las clases son presenciales o a distancia.

 

El CenSi se presenta como “reconocida como Institución de Educación Privada Terciaria no Universitaria por el último relevamiento realizado por diferentes organismos de educación privados y públicos”. “Los títulos otorgados son de índole privada y no conllevan matriculación estatal. No hay necesidad de secundario completo”, aclara.

 

Sobre el contenido de cada curso, el centro explica que “la Programación Neurolinguística se basa en el estudio de la conducta humana para determinar ciertos modelos y técnicas que expliquen el comportamiento y la comunicación entre individuos”. En el caso de la Tanatología, explica que “es la disciplina que estudia los fenómenos de la muerte”. “Dentro de nuestra institución nos ocuparemos del aprendizaje de herramientas que posibiliten el acompañamiento psico-social y espiritual al paciente terminal y a su familia”, precisa.