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Se suicido un ex- juez de General Pico Imprimir
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Miércoles, 20 de Octubre de 2010 12:03

Pasadas las 10 de la mañana del martes, la señora que cuida a su ex esposa y que acudía en forma regular a su departamento del tercer piso de la calle 20 esquina 17, no obtuvo respuesta y llamó al portero. Cuando ambos ingresaron encontraron al ex juez exánime, en medio de un charco de sangre y con un disparo en su cabeza. Julio Rogelio Fernández tenía 68 años y se había jubilado después de una polémica decisión que apuró su alejamiento de la justicia, tras ordenar el desalojo de la sala de audiencias, de una periodista que había criticado sus fallos. 
La mujer que trabaja en el área de Salud Mental y que cuidaba a su ex esposa, lo visitaba con asiduidad para interesarse por su salud y asistirlo en caso de necesidad. Es que Julio Rogelio Fernández ya venía con un deterioro físico que le provocó un estado de depresión que lo había quebrado.

Alguno de sus amigos reveló que hace unos pocos días había manifestado su cansancio. A otro le expresó incluso que “sabía” que su muerte estaba cercana.

En la mañana del martes, la asistente concurrió al edificio de la calle 20 al 808 y subió hasta el tercer piso, tocó timbre, pero no tuvo respuesta pese a su insistencia, por lo que decidió convocar al portero.

Ambos volvieron a llamar a la puerta y como el silencio absoluto fue una vez más la respuesta, el encargado del edificio optó por utilizar la llave maestra para permitir el acceso a la mujer.

La profesional se dirigió al interior y en el dormitorio principal se encontró con el trágico cuadro. Fernández yacía en medio de un charco de sangre, sin vida y con un revólver cerca de su mano hábil.

La mujer pidió que se llamara de inmediato a la policía. El personal de la Comisaría Primera se constituyó en el lugar apenas pasadas las 10 de la mañana y un poco después lo hizo el juez de turno, Marcelo Pagano, el secretario Oscar Blanco, el forense Rubén Bocchio y el gabinete de Criminalística de la UR II.

Los profesionales de Criminalística fueron los únicos que ingresaron al dormitorio donde yacía Fernández.

El comisario Carlos Dovano informó poco después que los elementos en la escena donde se encontró a la víctima indican que se trató de una decisión personal y que nada alienta sospechas sobre la intervención de terceros.

De acuerdo a los datos, el departamento se encontró en el perfecto orden en el que siempre lo tuvo su morador y no se advirtió la falta de objetos de valor que orienten a suponer que hubiera podido tratarse de un crimen.

El magistrado interviniente ordenó la realización de la autopsia correspondiente, para lo que el cuerpo fue trasladado a la morgue del hospital Centeno.

Se supo más tarde que el forense Rubén Bocchio informó que la muerte databa de por lo menos 36 horas previas al hallazgo del cuerpo.

Las fuentes indicaron precisamente que quienes pretendieron tomar contacto con el ex camarista llamaron infructuosamente desde el domingo.

En el lugar fue secuestrado un revólver calibre 38.

 

Fuente: Maracó Digital

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