Ud. está aqui:   Inicio Opinión Columnas

Buscá en el Archivo de MasterNews

Mi único HERÓE en este lío: José de San Martín Imprimir
Usar puntuación: / 0
MaloBueno 
Viernes, 17 de Agosto de 2018 01:02
José Francisco de San Martín, mejor conocido como José de San Martín, nació en Yapeyú, Argentina, junto al río Uruguay, el 25 de febrero de 1778. Fue un político y militar, reconocido como el Libertador de Argentina, Chile y Perú.
 
Sus padre era Juan de San Martín, entonces gobernador del departamento y su madre Gregoria Matorras, sobrina de un conquistador del Chaco. En 1784, José de San Martín se marchó a España junto con su familia, donde estudió en el Seminario de Nobles de Madrid y posteriormente, en 1789, emprendió su carrera militar en el Regimiento de Murcia. Así, sirvió en las filas de España durante las guerras contra los franceses y en 1808, hizo parte del combate en la “Batalla de Baylén” contra los ejércitos de Napoleón que habían invadido la Península.
 
En Cádiz, conoció a otros militares suramericanos y se enlistó en las logias que promovían la Independencia. Pero en 1811, decidió renunciar a su carrera militar en España y se embarcó desde Inglaterra hacia el Río de la Plata, donde arribó el 9 de marzo de 1812 acompañado por otros patriotas. El gobierno independiente de Buenos Aires, aceptó los servicios de San Martín, tras reconocer su grado de teniente coronel y le delegó la tarea de crear un cuerpo de combate que luego sería el glorioso Regimiento de Granaderos a Caballo. Ese mismo año, José de San Martín contrajo matrimonio con María de los Remedios de Escalada, quien pertenecía a una distinguida familia del país, y se dio a la creación de la logia Lautaro, cuyo objetivo era liberar Suramérica del yugo español.
 
En octubre de 1812, los miembros de la logia encabezaron un movimiento que tenía por objeto remover algunos miembros del Primer Triunvirato. Entonces, de forma pacífica, el Cabildo nombró al Segundo Triunvirato, quienes, un breve tiempo después, convocaron a una asamblea de delegados de las provincias con el fin de definir una Constitución. El 3 de febrero de 1813, los Granaderos a Caballo vencieron en combate, en las barrancas de San Lorenzo, a las fuerzas de desembarco realista que arribaron en varias naves desde el puerto de Montevideo. En 1814, San Martín tomó el mando del ejército del Norte, de manos de Manuel Belgrano que retornó derrotado del Alto Perú; dicho encuentro, tuvo lugar en la Posta de Yatasto y desde entonces, los dos patriotas entablaron una larga y duradera amistad. Tiempo después, cuando San Martín se encontraba en Tucumán, se dio cuenta que era imposible llegar por el camino terrestre del Alto Perú hasta Lima, una ciudad que para ese entonces representaba el centro del poder Realista. Fue entonces que concibió la idea de cruzar la cordillera y por el mar hacer un ataque a la Ciudad de los Virreyes. Pero una enfermedad, lo forzó a pedir licencia y consiguió que lo nombraran Gobernador de Cuyo, para luego partir rumbo a Mendoza, ubicada al pie de la cordillera de los Andes. Allí recobró su buena salud y comenzó a preparar el ejército para cruzar la cordillera.
 
“Declaro no deber ni haber debido, jamás, nada a nadie”. José de San Martín
 
Así, en el año 1816, José de San Martín envió por la provincia de Cuyo, delegados al Congreso que se reunieron en Tucumán con órdenes de insistir en la Declaración de la Independencia de España. Declaración que se proclamó el 9 de julio de ese mismo año. Mientras desde Mendoza, José de San Martín continuaba preparando con escasos medios su ejército; todo el pueblo, decidió contribuir tanto con trabajo como con sus bienes para emprender la peligrosa expedición. Entonces, insistió ante el gobierno de Buenos Aires para que le fuera concedida la autorización a sus tropas para cruzar la cordillera. De esta manera, en enero de 1817, comenzó a hacerse el cruce del ejército, que contaba con alrededor de 4000 hombres, la caballería, la artillería de campaña y las provisiones para un mes. Poco tiempo después, tomaron la determinación de cruzar divididos en dos columnas por el paso de Los Patos y por el de Uspallata, y se reencontraron en Santa Rosa de los Andes.
 
El 12 de febrero de 1817, pocos días después de haber hecho el paso de la Cordillera, el ejército de los Andes venció exitosamente a los Realistas en la denominada: “Batalla de Chacabuco”, y pocos días después, el Libertador (José de San Martín) entró en la ciudad de Santiago.  Allí, el Cabildo se reunió y tomó la decisión de designar a San Martín como Director Supremo, pero él renunció al honor y en su lugar, fue electo para el cargo el General Bernardo O´Higgins. Sin embargo, en los primeros días del año 1818, un ejército Realista desembarcó del Perú, avanzando hacia la capital de Chile. Lo que conllevó, a que, el 19 de marzo de ese mismo año, en un ataque nocturno, los Realistas derrotaran a los Patriotas en la “Batalla de Cancharrayada” y O’Higgins fuera gravemente herido en batalla. Sin embargo, el Ejército Unido argentino – chileno se reagrupó, y el 5 de abril, consiguió derrotar completamente a los Realistas en la “Batalla de Maipú”, que significó el fin de los esfuerzos españoles por mantener la dominación del país. El 20 de agosto de 1820, el ejército expedicionario argentino chileno marchó desde el Puerto de Valparaíso hasta el Perú. A mediados del año siguiente, entró triunfante a la ciudad de Lima, proclamando finalmente la esperada Independencia, fue desde entonces designado Protector del Perú y ejerció el Gobierno.
 
El 26 de julio de 1822, tuvo lugar un encuentro memorable para la Historia de América del Sur, José de San Martín se reunió con Simón Bolívar en la ciudad de Guayaquil, hoy Ecuador. Los dos libertadores de Sudamérica, del norte y del sur, conversaron en secreto por más de cuatro horas y San Martín retornó a Lima la noche del mismo día. Meses después, el 20 de septiembre de ese mismo año, se reunió en Lima con el primer Congreso del Perú, y San Martín, el Protector del Perú, decidió renunciar a su cargo. El mismo día, se embarcó rumbo a Chile y breve tiempo después, cruzó hasta Mendoza.
 
Un año más tarde, el 3 de agosto de 1823 falleció su esposa en Buenos Aires. En febrero de 1824, sumamente disgustado por las guerras civiles en las que estaban envueltas las Provincias Unidas del Río de la Plata, decidió partir nuevamente, embarcando con destino a Francia junto con su hija Mercedes. En 1829, tuvo su última tentativa de regreso a Buenos Aires, movido por la intención de mediar en el devastador conflicto entre Federalistas y Centralistas. Pero, al llegar allí, se dio cuenta de que su patria estaba en un grado demasiado alto de descomposición a causa de tales luchas fratricidas, que, profundamente decepcionado, desistió de dicho intento. Y, pese a la insistencia de varios amigos, no quiso volver a poner un pie en la Costa argentina, nunca más.
 
Partió entonces rumbo al continente europeo junto a su hija Mercedes, ocupándose exclusivamente de la educación de ésta y escribiendo para ella las “Máximas” que son un reflejo de su filosofía de vida. Vivió en Bélgica, luego en París, donde residió junto al Sena, y gracias a su amigo don Alejandro Aguado, compañero de armas en España, le fue posible pasar sus últimos años sin penurias de carácter económico. Permaneció en Francia, hasta su fallecimiento el día 17 de agosto de 1850, en la ciudad de Boulogne Sur Mer.
 
Fuente: Historía - Biografía.com
 Mi único HERÓE en este lío: José de San Martín