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La Unión de Docentes Argentinos (UDA), uno de los seis gremios que participan en la paritaria bonaerense, aceptó la oferta del gobierno de María Eugenia Vidal para recibir una actualización salarial por inflación más una compensación por la pérdida de poder adquisitivo de 2018 del 15,6%, en dos tramos.

La decisión podría ser replicada mañana por los otros cinco gremios que integran el Frente de Unidad Docente: el Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación de la provincia de Buenos Aires (Suteba), la Federación de Educadores Bonaerenses (FEB), la Unión de Docentes de Buenos Aires (Udocba), el Sindicato Argentino de Docentes Particulares (Sadop) y la Asociación de Magisterio de Enseñanza Técnica de la provincia de Buenos Aires (AMET).

Liderada por Sergio Romero, la UDA tiene una relación más fluida con el gobierno de Vidal que el resto de los gremios del frente, pero su decisión de aceptar la propuesta marca el camino que probablemente anunciarán mañana las otras cinco entidades.

Mañana se realizarán congresos de la FEB y el Suteba. Los dos gremios ya pidieron que se levanten los sumarios administrativos y los días de paro descontados, lo que indica voluntad de acordar, al menos por parte de los líderes sindicales.

El conflicto que sostiene el gobierno de la provincia de Buenos Aires y los sindicatos de este territorio comenzó en febrero del año pasado y se extendió por casi un año y medio, sin un acuerdo salarial.

Esta situación provocó múltiples medidas de fuerza. El año pasado se perdieron 29 días de clases por paros. Y en lo que va de este año se perdieron otros tres días.

Las medidas de fuerza alcanzaron mayoritariamente a las 12.000 escuelas públicas y con menos rigor a las 6000 que integran el sistema de educación privada. En total unos 4,5 millones de alumnos estudian en el sistema escolar de la provincia, el más grande del país.

La última oferta de Vidal no sólo supone una cláusula gatillo para actualizar los sueldos de este año según el Indec: incluye además un aumento del 15,6 por ciento a pagar en dos tramos, en abril y el agosto, para compensar la pérdida del poder adquisitivo de los docentes en 2018, que recibieron aumentos del 32% frente a una inflación del 47,6%.

Si aceptan la propuesta, unos 300.000 maestros percibirán buena parte de la reparación por el poder adquisitivo perdido el año pasado antes de las Primarias Abiertas Simultaneas y Obligatorias (PASO).