El pueblo lo sabe... Imprimir
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Martes, 12 de Noviembre de 2019 15:09
Por Ciro (16 años)
 
La Comunitaria desde el punto de vista adolescente
 
“Despertamos a los jóvenes para que vean la realidad, y eso no les conviene, y además brindamos protección, trabajo y compañía a aquellos que lo necesitaban, y eso les perjudica, pero sobre todo lo demás, nosotros dimos la mejor función”
 
La Cooperativa La Comunitaria, nace de una gran red de teatro comunitario del partido de Rivadavia, una red que se caracterizaba por la unión, por la cultura, el respeto hacia el otro, la humildad, el compartir ideas, aún teniendo una inmensa diversidad de diferencias, en este lugar parecía no haber discusiones ni preocupaciones. Lo único por lo cual estaban preocupados, era por atraer al público a ver sus creaciones teatrales, porque se necesitaba transmitir un mensaje al público, o simplemente la necesidad de ver sonrisas en el pueblo. Su misión principal era cambiar a la gente, crear una sociedad más alegre. Estos personajes de historias de zorros y mulitas, quieren pintar nuestro triste cielo gris.
 
Sobre las vías del tren, se pasean varias personas con vestimenta de las épocas más recordadas. Están grabando la despedida al último tren visto pasar por aquellas líneas ferroviarias. Luego parecen dejar lágrimas de despedida frente al acto. Y estas son cosas que no pueden ser olvidadas.
 
Los carnavales participativos y las primeras murgas de los pueblos se abren paso a través de la historia, representando el inicio de una novedad absolutamente inimaginable. Los pueblos se visitan entre sí, con sus carrozas preparadas para una función, y con la fe de que todo lo que se vio en el momento, no sea olvidado ni borrado por nadie. Como todos sabemos, las historias son increíbles, traen nostalgia y sacan siempre una lágrima de recuerdo. Entonces, ¿sabemos en realidad quien construyó las pirámides?
 
No lo piensen, es solo una pregunta retórica y sin sentido, pero siempre hay una respuesta escondida entre las líneas, las cuales se las lleva el viento, o muchas veces se las comen los lobos.
 
Encerremos nuestra mente en un ambiente neutro y utilicemos los lentes que usaba la persona que descubrió la razón, solo es necesario salir al mundo y ver injusticia por aquí, mentiras por allá, y un océano de preguntas del cual no tendremos nunca la verdad, porque lo que vemos es solamente una réplica de la realidad con varias modificaciones. He aquí donde me doy el gusto de citar uno de los pocos textos que he escrito, el cual lleva como nombre La Realidad y El Engaño.
 
Nuestra cooperativa está conformada por varios talleres culturales y de oficio, entre una multitud de actividades más, dirigidas por un coordinador con ganas de enseñar y producir bienes. El ambiente en La Comunitaria para los jóvenes es el lugar perfecto, lleno de distracciones y diversión, en dónde lo más importante es participar y opinar, pensar y preguntar todo, es un espacio en el cual la juventud descansa del día a día, y en el cual se puede sentir amado por cada uno de los integrantes, podemos decir que La Comunitaria es un todo, una mezcla de opiniones e ideologías distintas que se unen para formar un grupo solidario.
 
A los ocho años de edad, llegué al partido de Rivadavia. Hasta el día de hoy me sigo preguntando por qué es tan difícil ser como los demás, ser alguien visible. Han pasado cosas que no tienen explicación, o básicamente para un adulto no tienen sentido. Creo que encontrar mi lugar en el mundo no me tomo tanto tiempo como creía. encontré un grupo de teatro en el cual conocí a Emilia De La Iglesia, y a varios de los compañeros que a través del tiempo se han perdido.
 
Al llegar mi adolescencia, me sentía una persona distinta, una persona egoísta y sin sentimientos, alguien confundido y sin compañía. Tenía como única salida La Comunitaria, con personas con las que podía compartir mis emociones, personas con las cuales podía reír y llorar, estaba en un lugar en donde no existían las críticas, y he forjado mi mente en base a la cooperativa. Es lo mejor que me pasó, en ese lugar aprendí a abrir mi mente y no dejarme llevar por los intereses, en la sede se aprende a vivir con compañerismo, respeto y humildad. Nos ayudamos entre todos y siempre estamos presentes para quien lo necesita, y el pueblo lo sabe.
En base a lo que ha pasado recientemente con el municipio de Rivadavia, tengo una pregunta que quiero que respondan al público… ¿Por qué?. La gente quiere saber de qué se trata, ¿porqué nos están llevando a esto, y qué es lo que esperan que hagamos? Solamente esperan una respuesta para poder señalarnos con el dedo y poder afirmar lo que creen que somos, pero no tienen ni idea, no he visto jamás que nuestro intendente (con mucho respeto), halla puesto un pie sobre alguno de los talleres culturales que se realizan. Si es que van a hablar, primero los invitamos a conocer un poco más de información real. Hay una grieta entre lo que somos para ellos y lo que somos para el pueblo. Pida la opinión del pueblo, creo que está más informado que los periódicos de su escritorio.
 
Hemos hecho que los pueblos revivan, y eso es lo que les molesta. Despertamos a los jóvenes para que vean la realidad, y eso no les conviene, y además brindamos protección, trabajo y compañía a aquellos que lo necesitaban, y eso les perjudica, pero sobre todo lo demás, nosotros dimos la mejor función.
 
-Se cierra el telón-
(En la autoría de El Zorro, integrante de la Cooperativa La Comunitaria)

 

 
El pueblo lo sabe...