El Banco de La Pampa conmemora hoy su 61º aniversario Imprimir
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Lunes, 18 de Mayo de 2020 14:03
Este lunes 18 de mayo, la institución bancaria conmemora sus 61 años de su puesta en marcha como «Banco Pampa» en 1959, en la esquina de Lagos y Rivadavia en Santa Rosa.
 
Rápidamente se convirtió en el principal motor de la economía regional y fue pionero en varios aspectos.
 
La Gesta
 
El Banco de La Pampa tiene una historia muy anterior a su puesta en marcha en 1959. Su fundación fue en el año 1954, cuando La Pampa recién se había convertido en provincia y empezaban a erigirse sus primeras instituciones.
 
Entonces se convirtió en ley, la número 96, la idea de tener un banco provincial. Pero hubo que esperar varios años hasta que se pudiera concretar. Los tiempos políticos que se agitaron a mediados de los 50 con la caída del gobierno peronista pospusieron su creación y las sucesivas administraciones en la provincia apenas avanzaron en su realización.
 
Hubo por entonces modificaciones al proyecto original, como el decreto ley 148 de 1957, pero se tuvo que esperar hasta que asumió como interventor el gobernador Ismael Amit en 1958 para su puesta en marcha.
 
Corría la presidencia de Arturo Frondizi y el desarrollismo era la teoría económica que alumbraba un nuevo proyecto de país. Se pensó entonces promover el crecimiento de la provincia recién nacida, y el banco fue su instrumento.
 
El Banco de economía mixta se convirtió en un proyecto colectivo de muchos pampeanos que suscribieron acción por acción. Muchas fueron las comisiones de vecinos que en cada pueblo del interior de La Pampa, se pusieron en marcha para llevar adelante esa campaña.
 
Era una necesidad para muchas localidades la de contar con el financiamiento y los servicios de una banca propia, cuando sólo había en la provincia algunas sucursales del Banco Nación.
 
Finalmente, luego de los trabajos a contramarcha para poder concretar el que fue llamado “Banco Pampa”, el 18 de mayo de 1959 la banca provincial abrió sus puertas con un emotivo y recordado acto que quedó en la historia de una provincia.
 
Su primera sede en la capital pampeana estuvo ubicada en Lagos y Rivadavia y contaba su planta con menos de veinte funcionarios y empleados. Ese mismo día, la esperanza de muchos pampeanos quedó depositada por primera vez en su propio banco.
 
Primeros años
 
El Banco Pampa se convirtió con el andar de los años en el principal motor de la economía regional. Fue una banca nacida bajo el régimen de economía mixta y por décadas dedicada al apoyo de las actividades productivas locales.
 
El sector agropecuario recibió a través del Banco Pampa créditos y financiamiento, como también la industria y el comercio. La confianza y el apoyo de los clientes se tradujeron rápidamente en una fuerte identificación con su Banco. También en sus primeros años, el gobierno provincial comenzó a tener mayor presencia en los destinos de la entidad bancaria para afianzar su política de promoción.
 
Enseguida surgió de los propios clientes la necesidad y la aspiración de incrementar la presencia del banco en toda la provincia a través de la apertura de filiales. Poco a poco, fueron naciendo sucursales y agencias. Y en la década del ’60, el banco comenzó a consolidarse. Una amplia red de agencias se empezó a crear en todo el ámbito provincial, convirtiendo al Banco Pampa en una referencia institucional indiscutida.
 
El crecimiento del banco tuvo algunos hitos que se pueden visualizar en la expansión edilicia, como la apertura en Santa Rosa de la casa central en junio de 1964, o la adquisición del edificio del ex Hotel Comercio ubicado en 9 de Julio y Pellegrini, donde en la década del 90 comenzaron a funcionar nuevas oficinas.
 
Los grandes hitos
 
En los años 70, el Banco comenzó a expandirse fuera de los límites provinciales. Además de sus principales sucursales en Santa Rosa y General Pico, todavía tímidamente, instaló otras sedes en plazas importantes como Bahía Blanca y Capital Federal. De esta manera, la entidad pampeana proyectó sus intereses comerciales así hacia el exterior del país a través del apoyo a las exportaciones.
 
A mediados de los años 90 cuando llegó el efecto Tequila al país, el sistema financiero nacional sufrió una gran trasformación iniciándose un proceso de concentración en el sector bancario con ventas y fusiones.
 
El Banco Pampa, recostado hasta entonces sobre la provincia, amplió así su actividad fuera de sus límites saliendo de La Pampa. De esta forma, desplegó su capacidad operativa para convertirse en un banco Regional.
 
La expansión geográfica llevó al Banco Pampa a instalarse en otras provincias. En 1995 se regionalizó con la compra del Banco Dorrego. Se habilitaron 23 nuevas sucursales y se extendió su acción a las provincias de Buenos Aires, Río Negro y Neuquén. También llevaría su influencia a Córdoba con la apertura de la agencia de Huinca Renancó.
 
La importancia de la institución pampeana dentro de las entidades bancarias de la Argentina, la llevó a ser parte de proyectos colectivos pioneros. Uno fue la creación de la red de cajeros Link, actualmente una marca modelo en todo el país, que la contó entre sus primeros socios e impulsores.
 
El Banco Pampa creció en servicios a través de los años convirtiéndose en una banca moderna.
 
En 1994, cambió su nombre por el de Banco de La Pampa, haciendo honor a la provincia, y también modificó su tradicional logo. Se transformó en un banco comercial de importancia dentro del país que incorporó nuevos y modernos servicios como los créditos personales, las tarjetas de crédito con su impronta regional bajo la denominación Caldén, o su red de cajeros automáticos.
 
La cara social
 
El Banco de La Pampa tuvo y tiene presencia dentro de la sociedad pampeana a través de varias actividades que construyeron ámbitos de sociabilidad y de identificación con su comunidad.
 
En el año 1970, directivos y empleados decidieron tener su lugar de esparcimiento, que con los años se convertiría en una experiencia deportiva que haría historia. En los médanos ubicados al este de Santa Rosa, un grupo de empleados creó ese año el Club Banco de La Pampa.
 
El club fue un proyecto colectivo que demandó muchos sacrificios, esfuerzos y esperanzas que no fueron defraudadas. Los médanos inmanejables del sitio elegido para levantar la nueva institución fueron cercados y sobre ellos pacientemente se plantaron pinos y se construyeron piletas. Las colonias de vacaciones se convirtieron en una actividad señera con gran proyección social.
 
En los años 80, el club se incorporó con la práctica del fútbol a la actividad profesional compitiendo frente a otros equipos de la Liga Cultural. Fueron tiempos de gloria deportiva que llevó al combinado del Banco Pampa a salir campeón del torneo regional y dejar su nombre grabado en la historia grande del deporte de la provincia.
 
Finalmente, los tiempos de la crisis le llegaron al club como ocurrió con otras instituciones sociales y se tuvieron que vender sus instalaciones por cuestiones económicas.
 
Una de las facetas más renovadoras que se pusieron en marcha dentro de la institución fue la creación de la Fundación Banco de La Pampa.
 
La Fundación nació en el año 1973 como un brazo institucional de la banca para impulsar acciones concretas en el ámbito educativo y cultural, y promover el bienestar de la comunidad.
 
En el año 1997 la Fundación BLP adquirió su actual sede sobre la calle Pellegrini 366, que estaba en manos de la Universidad Nacional de La Pampa.
 
Un edificio con mucha historia que fue restaurado, aunque valorizando y preservando su patrimonio arquitectónico.
 
Entre las actividades culturales, hoy la Fundación atesora una importante pinacoteca de artistas locales. Esta es una pequeña muestra de esta empresa de carácter educativo y social que se constituyó en otro compromiso más del banco para con la sociedad pampeana.
 
Otra de las caras sociales que encontramos en el Banco de la Pampa para entender su presente sólido y sostenible es el lugar reservado a la gente que integra la gran empresa pampeana. De su propia iniciativa nació en el año 1978 la Mutualidad del Personal. Una entidad con fines solidarios y de ayuda mutua para sus asociados.
 
La Mutualidad se convirtió en una institución sólida con su propia sede y que ha servido para fomentar diversos servicios de asistencia, capacitación y recreación. También para llevar adelante actividades económicas con el dinero que aportan sus asociados. Un ejemplo del valor de la solidaridad y el trabajo colectivo.
 
También sus empleados pudieron conformar su propia Caja de previsión social, cuya función es la de otorgar mejores jubilaciones, pensiones y asistencia para la salud a la hora de su retiro.
 
En la última década, el Banco de La Pampa se transformó y creció a pesar de las crisis económicas y sociales por las que tuvo que atravesar el país. La economía argentina a partir del año 1998 entró en una recesión que no tendría recuperación y el banco subsistió por el apoyo del Estado Provincial.
 
No sin dificultades, el Banco de La Pampa superó la crisis de 2001 y 2002 cuando la economía argentina dejó la convertibilidad del peso y el país colapsó. Fueron tiempos de enojos y cacerolazos que acorralaron a las entidades financieras.
 
A pesar de los contratiempos, en pocos años, el banco pampeano devolvió a sus clientes los depósitos retenidos por el famoso corralito financiero. Logró así una importante posición en el concierto nacional gracias a su consolidación y su reputación.
 
El Banco en sus últimos años se modernizó y profesionalizó. La incorporación de las gerencias zonales, el empuje comercial y los nuevos servicios pensados para sus clientes, fueron acciones que lo posicionaron como una entidad de referencia y peso en el sistema bancario.
 
La innovación tecnológica, la capacitación permanente, la cultura corporativa y la calidad en la atención son pilares y fortalezas de una institución pionera.
 
Las transformaciones dentro del Banco en los últimos años no sólo han sido patrimoniales o financieras. También las hubo culturales en el ámbito corporativo.
 
Identidad pampeana
 
Desde su creación, el Banco de La Pampa logró una importante presencia dentro de la provincia y ha llegado a casi todos sus rincones, llevando respaldo y solidez a sus clientes y accionistas a pesar de las distancias que hubo que recorrer.
 
La entidad desarrolló en sus cinco décadas de historia un importante papel social y de apoyo, más allá de su actividad comercial.
 
Esta es una marca institucional que la sociedad pampeana reconoce en el presente.
Esa identificación de la comunidad con su banco, es parte también del trabajo conjunto y el acompañamiento entre la entidad y el estado provincial. La Pampa no podría ser lo que es sin su banco, y esa ha sido una premisa en una historia que tanto la provincia como su banca transitaron juntas desde hace medio siglo.
 
El Banco de La Pampa es una institución que ha promovido una fuerte pertenencia entre sus clientes y empleados, que sienten a la entidad como propia.
 
Estas son premisas que lo convirtieron en una entidad de referencia en el concierto de la banca nacional. Una institución de la que cada pampeano se siente parte, porque muchos de sus sueños y esperanzas de crecer comenzaron a tomar forma a través de la mano tendida por su banco.
 
Fuente: Semanario Región.
 El Banco de La Pampa conmemora hoy su 61º aniversario