Sin lucirse, pero con claridad, Omar Narváez volvió a tener un final feliz. Por puntos (118-108, 120-106 y 118-108 -para Clarín fue 120-106), el chubutense superó ampliamente al mexicano José Cabrera, quien careció de recursos y sólo llevó peligro por las reiteradas infracciones que cometió, y retuvo por cuarta vez el título supermosca de la Organización Mundial de Boxeo (OMB).

 

Dominador de principio a fin, el argentino debió lidiar con una incómoda propuesta de su rival, a quien se le descontaron dos puntos por tantos errores (uno por golpe bajo en el octavo round y otro por cabezazo en el décimo. No se le computó un cabezazo en el pómulo izquierdo que dejó al Huracán con un corte). Inteligente, Narváez lo vapuleó cuando quebraba la cintura y le entraba de costado. Fue cuestión de entrar y salir, pero con eso le alcanzó para ganar ampliamente una pelea que sirvió de reivindicación por lo que fue su última presentación, ante Nonito Donaire, en la que cayó en todos los asaltos. Incluso, la de anoche terminó siendo una exhibición, coronada por los aplausos y la ovación de todo el público que colmó el Aldo Cantoni, de San Juan.

 

Tras su mal paso por gallo, Narváez volvió a supermosca y le GPP a Cabrera para retener su título.

 

El sabor de la victoria. Eso es lo que volvió a probar anoche Omar Narváez. Por cuestiones económicas, el chubutense decidió subir a la categoría gallo el 22 de octubre pasado y se quedó con un gusto amargo, ya que una pálida actuación terminó con su invicto al caer por puntos ante el filipino Nonito Donaire en el Madison Square Garden de Nueva York. Seis meses después, la historia cambio y el Huracán volvió a soplar. En un Aldo Cantoni repleto que vivió la primera pelea mundialista en San Juan, el campeón de 36 años retuvo su corona supermosca de la OMB tras vencer por puntos, unánime, al mexicano José Cabrera.

 

“Es durísimo”, había dicho Paco Valcárcel, presidente de la OMB, en la previa sobre El Matador (20-3-2, 8 KO). Pero la realidad es que lejos estuvo de serlo. De movimientos toscos y lentos, el azteca de 24 años nunca fue rival para un Narváez que después de un primer round de estudio empezó con su trabajo paciente y de desgaste y dominó a voluntad. Con muchas variantes y golpes precisos, el Huracán controló todo y fue desluciendo a un rival que jamás logró tener la iniciativa y no dio la talla para una pelea por un título. Es que además de ser superado en el ring y no contar con recursos, tampoco tuvo reacción anímica. Se ponía de costado cuando el chubutense lo atacaba y su torpeza llegó a tal punto que en el 8º asalto le dio un cabezazo que le cortó la ceja izquierda. Por eso y por golpes bajos, le descontaron dos puntos. Las tarjetas hablan solas: 118-108, 120-106 y 118-108. Sin equivalencias.

 

Fue la cuarta defensa en supergallo para Narváez (36-1-2, 19 KO), quien ganó el título en mayo del 2010 ante el nicaragüense Everth Briceño. Sí, recuperó el sabor de la victoria.

 

Queda en familia.

 

En uno de los preliminares, Néstor Narváez, hermano del Huracán, venció KOT 3 a Adrián Dimas en supermosca. En supergallo, el local Fabián Orozco GKO 1 al bonaerense Juan Carlos Rodríguez. La velada la abrieron las chicas: en su debut rentado, la sanjuanina Leonela Yudica GPP 4 a Soledad del Valle Farías.