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Por Prof. Alberto Federico Orga

 

Si no lo conoces, no te lo pierdas, irradia una energía especial. Si lo conoces lucha para que no desaparezca. 

 

Amigos: me parece que un pueblo de nuestro distrito nacido en el siglo XIX bien vale la pena que lo tengamos en cuenta. Sirvan estos comentarios y las fotografías como homenaje a quienes fueron sus fundadores y a todos los que por allí pasaron en algún momento de su vida.

 

Los hermanos Duva, Mauricio y Jacinto, inmigrantes italianos de Monte Murro, provincia de Potenza, llegaron a estos lugares alrededor de 1883. Aventureros ellos, transitaban el “Camino de la Zanja” rumbo al norte, o a cualquier parte, y quiso el destino que uno de sus carros quedase en esa huella, cerca del “Fortín Gaspar Campos”. Era la señal esperada para decidir el lugar para instalarse. El viaje proyectado concluyó allí. Plantaron un roble que traían desde su vieja aldea italiana, se encomendaron a su santo y comenzaron la tarea de fundar un pueblo. 

 

San Mauricio fue fundado el 22 de septiembre de 1884, cuando estas tierras pertenecían al Partido de Lincoln. El Partido de Trenque Lauquen, al igual que el Partido de General Villegas, fue creado dos años después por ley del 28 de julio de 1886. Duva estaba instalado en su pueblo y ya figuraba como propietario de las tierras. Es este caserío junto con Fortín Olavarría, el más antiguo de la región. Una inscripción que existía sobre el zaguán de entrada de la casa de Mauricio Duva certificaba el año de creación, “Fundé 1884-Aquí 1910”. 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

En la mensura 18 de 1889 el agrimensor Max Berlín al medir las tierras de Jaenisch deja ver el lugar sobre el que se fundó San Mauricio con el agregado de una referencia que nos marca la existencia de una “pulpería”. 

 

En el plano de 1890 del Partido de Trenque Lauquen ya figura el campo de Mauricio Duva, rodeado por las propiedades de Prudencio Sosa y Enrique Jaenisch. Al otro lado de la zanja ya Durañona era propietario. Además el campo de Duva aparece en la mensura de Cachau de 1897 y en infinidad de documentos, publicidades de mensajerías y como destino de huellas que surcaban la región.

 

El 12 de septiembre de 1892 se colocó la piedra fundamental de la capilla de San Mauricio. Los costos de la edificación fueron aportados casi en su totalidad por los hermanos Duva, los bancos llevan los nombres de los donantes al igual que la pila bautismal. Fue consagrada el 24 de diciembre de 1893 por Monseñor Antonio Espinosa, quien acompañó a Julio Argentino Roca como capellán en la “Campaña al Desierto” de 1879. 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

La presencia de tan importante personalidad religiosa no fue por obra de la casualidad. Hubo una manifiesta intencionalidad de la conversión al catolicismo de la nueva nación. La multiplicidad de pueblos que llegaban con sus propios cultos, más la diversidad que estaba ya instalada, complicaban la fe religiosa católica y de la misma manera que se escoltaba al ejército dando justificación a sus métodos, se acompañaron emprendimientos religiosos como el de San Mauricio y su naciente capilla. 

 

Se podría afirmar que la misión llevada a cabo por Espinosa y sus acompañantes fue exitosa, ya que se realizaron 105 bautismos, 430 confirmaciones, 187 comuniones y 36 matrimonios. La religión católica se instalaba en nuestra pampa. Los datos aportados dejan entrever la población existente a solo 15 años de incorporadas las tierras.

 

En 1910 Mauricio Duva inauguró su casa frente a la plaza del pueblo construida por A. García. Muchos de los materiales que se utilizaron fueron importados de Europa, y sus techos y paredes decorados a mano.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El Partido de San Mauricio 

 

Tuvo San Mauricio una activa vida rural y comercial entre los años 1890 a 1910. Escuela, casas de negocios, herrerías, farmacia, proyecto casi terminado de electricidad y edificación muy moderna para la época. Reseñas de ese tiempo así lo hacen saber. 

 

El rápido crecimiento inicial, la importancia de su vida comercial, la distancia hasta las capitales de partidos ya fundados, (Trenque Lauquen y Villegas) dieron impulso a la familia Duva a solicitar la creación de un distrito con su nombre. El plano de Monteverde deja previsto los lugares para la instalación de las autoridades comunales, policía, bancos y demás centros administrativos necesarios para el funcionamiento de un partido. 

 

Distintos inconvenientes, entre los que se cuentan: el hecho de haber solicitado la creación del partido tardíamente, cuando ya América era un pueblo importante, la ubicación de la estación a mucha distancia del pueblo, sobre el campo de Juan Cachau que instaló rápidamente un hotel y una importante casa de negocios, el mal manejo inmobiliario y el fracaso de los remates, la opinión adversa de los legisladores provinciales que visitaron el lugar, más el impulso que América puso para ser cabecera del partido que nacía, hicieron que el proyecto de creación del “Partido de San Mauricio” fracasara y poco a poco el pueblo que por origen y ubicación estuvo llamado a ser cabecera comenzara a declinar. Hoy es el resabio de lo que fue. Algunas ruinas denotan el esplendor de otra época.