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El Cosquín Rock es uno de los eventos que elige utilizar este innovador producto sustentable. De qué trata y cuáles son sus beneficios

 

En los últimos años se llevaron a cabo numerosas medidas e iniciativas ecológicas, con el fin de preservar el medio ambiente y evitar la contaminación continua del planeta.

 

Uno de los focos se hace en los plásticos, un material que tarda más de un siglo en degradarse, como los vasos descartables que tienen un impacto tan nocivo en el ambiente.

 

En este marco, el objetivo para contrarrestar la situación y reducir al mínimo el impacto instalar la reutilización de un producto. Fue entonces que nació Qero Ecovasos, un proyecto de dos argentinos que propone concientizar a las personas sobre la responsabilidad del medio ambiente a través del consumo de sus vasos ecológicos.

 

"Están fabricados con prolipropileno virgen, que es el plástico más adecuado, estable a altas y bajas temperaturas, resistente a golpes y roturas y, al final de la prolongada vida útil del vaso, es muy fácil de reciclar", contó Esteban, uno de los fundadores de esta iniciativa única en Latinoamérica.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Qero Vasos es una iniciativa única en Latinoamérica

 

Este proyecto ofrece además soluciones para eventos de distintas magnitudes, en donde se desperdician cientos y miles de vasos descartables. Gracias a la imposición de este producto ecológico, se redujo la cantidad de desperdicio en dicho ámbito a favor de la sustentabilidad.

 

Un claro ejemplo son los festivales de música, como por ejemplo, el Cosquín Rock, que desarrolla durante tres días en las sierras cordobesas, es decir, un sitio verde rodeado de naturaleza que reúne cerca de 120 mil personas. "Se utilizaban miles de vasos, y los tachos de basura se llenaban rápidamente. Desde hace ya tres años, les proveemos vasos ecológicos y la metodología es la siguiente: cuando la gente compra una bebida tiene que dejar una seña por el ecovaso. Puede usarse las veces que quiera, y al final lo puede devolver, y se le devuelve el dinero, o lo puede conservar como recuerdo", explicó el emprendedor. Con este sistema, el evento pasó de acumular casi dos toneladas de residuos plásticos a generar cero.

 

La idea de Qero Ecovasos es conservar la sustentabilidad de principio a fin. Por eso no sólo se encargan de la producción y personalización de los vasos, sino también del servicio de lavado mediante máquinas especiales de ciclo corto. El consumo de agua es bajo, entre seis y siete litros por unidad, y se utiliza un detergente 100% biodegradable.

 

 

 

 

 

 

 

 

Los ecovasos personalizados del Cosquín Rock.

 

No sólo en los eventos se procura concientizar. Las oficinas también se muestran como un foco interesante al momento de aplicar una mentalidad sustentable. "El sector corporativo es un mercado interesante, ya que se generan igual o mayor cantidad de residuos. Mucha gente toma un café con vaso doble porque está caliente, o se sirve agua, la toma y tira el vaso", explicó.

 

 “Es una conducta que se traslada a cualquier ámbito. A nivel doméstico se usan de manera ilimitada, ya que su vida útil es muy prolongada”

El impacto no sólo abarca lo social y cultural; hay una diferencia económica importante, que es accesible y rentable para el organizador. Cuando éste se somete al producto, ahorra el enorme costo de adquirir vasos descartables, e incluso genera potenciales ganancias con los ecovasos que la gente no devuelve, formando una especie de venta.

 

Con el fin de expanderse en la región, iniciaron recientemente mercados en Uruguay y Chile. "Es un desafío muy grande para nosotros. Estamos proponiendo un cambio bastante fuerte", aseguró Olivier, otro de los fundadores del proyecto.

 

Como cualquier emprendimiento, Qero Ecovasos busca superarse cada día. Fabricar más en menos tiempo y de forma aún más económica es una de las prioridades para ser más eficientes a nivel productivo.

 

Sin dudas, la conciencia y responsabilidad juegan un papel importante a la hora de incorporar productos sustentables a la vida cotidiana. Cada propuesta suma, y tiene más sentido si los usuarios dejan su huella ecológica.