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"Lo que hizo fue un disparate", dijo. En las últimas horas se viralizó un video en el que se ve a un párroco de la Catedral propinarle una patada a una joven que estaba celebrando su recibida.

 

Las imágenes causaron un gran repudio en las redes y la joven agredida contó que realizó junto a su compañera de celebración una denuncia en la DDI.

 

Por la tarde, en un móvil de TN, Monseñor Héctor Aguer se refirió al respecto y dijo sobre el involucrado, Esteban Alfón: "lo que hizo fue un disparate". 

 

Luego, expresó: "Me pareció una cosa increíble lo que hizo. Fue injustificable. Pero me gustaría hacer una explicación. Ocurre algo que no debería ocurrir como es el festejo de egresados en la puerta de la Catedral. Vienen chicos y chicas semidesnudas a tirarse cosas y queda todo enchastrado. Pero si alguien me falta el respeto yo no puedo responder con otra falta de respeto. Un sacerdote no puede hacer eso".

 

Aguer aseguró que el cura "está arrepentido" y que si la afectada se acercara "le pediría disculpas personalmente".

 

Finalmente, indicó a los medios que todavía no tuvo contacto con Alfón, pero que luego de vivir las Pascuas "vamos a hablar".

 

Tras el hecho, el Arzobispado había emitido un comunicado que decía: "Condenamos todo tipo de agresión, tanto verbal como física, y renovamos nuestro compromiso con la verdad, la justicia y la paz. (...) Es muy triste que este incidente sucediera, y más aún al comenzar un tiempo santo y sagrado para nuestra comunidad cristiana. En este espíritu esperamos, reiterando el pedido de perdón, poder superar este entredicho con sabiduría, respeto mutuo y en plena verdad".

 

La palabra del cura señalado

 

Por su parte, tras la difusión de las imágenes, Alfón se había excusado con una cuestionable frase: "No la podía tocar, estaba embadurnada de no sé que, por todas las cosas que le tiraron. Solo la corrí con el pie, como quien corre una silla".

 

Y agregó: “No le quise pegar una patada. La corrí con el pie y les estaba diciendo ‘bájense de acá. En estas condiciones, ustedes le están faltando el respeto al lugar‘. No fue un empujón”.

 

Respecto a la situación en la que tuvo la ya conocida reacción, el párroco relató: “La cosa es muy triste. Lo venimos padeciendo ya hace un año que se trasladan las despedidas al frente de la Catedral dejando todo sucio con pintura y con un montón de cosas. Hemos tenido que poner una valla en un momento para evitar que ensucien tanto porque la gente se queja”.